Una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza nos provocan es el momento en el que queremos iluminar una habitación que es especialmente oscura, bien porque se encuentra en el interior y sus ventanas no proporcionan la suficiente luz, o porque directamente no cuenta con ninguna que podamos abrir de par en par para darle alegría a la casa. En estas situaciones tendemos a llenarlo todo de luces, con lámparas de techo, mesilla o de pie, lo que provoca que el consumo energético aumente, encareciendo la factura mensual y provocando una explosión lumínica que hace daño a nuestros ojos. Así las cosas, ¿conoces trucos para iluminar dormitorios sin usar electricidad?
¿Solo podemos iluminar con electricidad?
Como os decimos, cuando nos encontramos en una situación así es normal recurrir a la fuerza bruta que proporciona la electricidad, y unas buenas bombillas con suficiente potencia como para llenar cualquier rincón de luz con la que imprimir alegría aunque, si no lo sabéis todavía, existen otras formas mucho más sencillas de conseguir lo mismo y cambiar por completo la percepción que tenemos de una habitación. Es más, tal y como andan los tiempos con la energía eléctrica, su precio y una potencial carestía para ciertos momentos del año, se hace más necesario que nunca experimentar con estas alternativas.
De todas formas seguro que estáis pensando que, ¿cómo se puede iluminar una habitación sin electricidad? La clave no está tanto en volver a los quinqués de toda la vida, o a las lámparas de aceite e incluso las más modernas con pilas recargables, sino redibujando la decoración para ganar en amplitud y sensación de claridad. Algo en lo que participa cualquier objeto que tengáis dentro de la habitación y que por pequeña influencia que creáis que tenga, puede convertirse en clave para vuestro plan.
Seis trucos para iluminar sin electricidad
Tal y como os hemos comentado, toca levantar la luz de esa habitación de la niña, o la que no tiene ventanas, y vamos a hacerlo recurriendo a elementos que podríamos considerar como naturales, a trucos de toda la vida que se van perdiendo ante la llegada de nuevas tendencias que, aunque parecen muy bonitas, dejan de ser funcionales en el día a día. Así que toma nota:
- Pinta las paredes que reciban más luz de color claro, teniendo en cuenta dónde está situada la ventana y hacia qué dirección proyecta los escasos rayos de sol que le llegan. Realizar cálculos de este tipo pueden ofrecer una mayor iluminación a la habitación de una forma sencilla y eliminar la oscuridad fácilmente.
- Pinta el techo siempre de color blanco y, a ser posible, con el tono más brillante posible ya que la luz rebota y se dispersa por todos los rincones de la estancia. Recuerda que cuando alguien entra en una habitación, nunca detiene su mirada en el techo, así que aprovecha ese detalle para levantar el ánimo de la estancia. Ganarás hasta un 40% más de luz que si utilizas pinturas mate.
- Según afirman los expertos, las combinaciones de colores también ayudan a imprimir luz a la habitación. Es por eso que recomiendan reducir el contraste y usar colores análogos: ganarás en sensación de amplitud.
- Las cortinas también juegan su papel. No ganamos nada colocando telas gruesas que apenas dejan pasar la luz. Opta por textiles claros o semitranslúcidos que la dejen pasar desde las ventanas para proyectarlas en todos esos lugares que ya hemos cambiado. En el caso de que sean semitransparentes, imprimirán una luz difusa que se distribuirá de una manera mucho más uniforme.
- Los muebles también son capaces de reducir la iluminación de la habitación por lo que es recomendable decantarse por maderas claras y naturales, que transmitan una sensación apacible. La madera, además, es un material resistente y duradero aunque lo importante es el color.
- En caso de que quieras utilizar un sistema eléctrico, opta por las que ofrecen iluminación difusa porque se distribuye mejor por toda la habitación. Es más, para mantener la premisa de no instalar soluciones eléctricas, llévala rebotada de otras fuentes fuera de la habitación, con espejos, el mismo techo que habrás pintado de blanco brillante o pantallas especialmente diseñadas para ese cometido, y que pueden darle un aspecto de estudio muy interesante.
¿Y si no puedes resistirte a utilizar electricidad?
Si llegado el caso compruebas que con todo lo que has hecho la luz no llega y tenemos una habitación muy, muy oscura a todas horas, entonces toca recurrir a soluciones que, al menos, no consuman tanto pero ofrezcan resultados extraordinarios en lo que a cantidad de iluminación se refiere. Y en ese ranking, la primera posición la ocupan las luces LED, que debemos utilizar, no tanto como fuente de luz directa, sino como de relleno o rebotada: detrás de una cama o de un mueble, etc. Su consumo es tan mínimo que no lo vais a notar en la factura de la luz… siempre que no abuséis de ella.