¿Termo de gas o eléctrico? ¿Cuál escoger?

Blog Pepeenergy

A veces en nuestro hogar nos enfrentamos a decisiones que son difíciles debido a la poca información de la que disponemos. Puede que estés reformando tu vivienda o buscando la forma más adecuada de ahorrar. No te preocupes, si estás buscando la manera de decidirte entre un termo de gas o uno eléctrico, te damos todas las claves para que tomes la mejor decisión y sepas cuál escoger.

¿Qué es un termo de gas?

Es importante diferenciar entre las opciones que disponemos. Este tipo de termo o calentador queman gas natural que generan una llama dentro de este que le permite calentar agua que fluirá hacia los grifos y los radiadores de casa. El agua fría entra por un "serpentín" que, al pasar por encima de la llama, consigue calentarse.

Dentro de los termos de gas debemos diferenciar entre diferentes categorías basándonos en su sistema de evacuación y su sistema de encendido.

Si nos fijamos en la evacuación de estos termos encontramos:

  • De tiro natural: como su propio nombre indica, expulsan los gases resultantes de manera natural. Al no contar con un sistema de ventilación, es importante instalarlos en lugares bien ventilados.
  • De tiro forzado: incluyen un sistema de ventilación integrado, por lo que no entraña peligro instalarlo en el interior del hogar.
  • Estancos: se nutren de oxígeno del exterior, y son mucho más responsables con el medio ambiente. La combustión tiene lugar en su interior y no existe riesgo de fuga.

Si los clasificamos por su sistema de encendido:

  • Manual: son los modelos más básicos, y deben encenderse cada vez que pretendamos utilizar el agua caliente. La manera de encenderse puede variar, desde un botón que provoca una chispa que enciende la llama, o nosotros mismos con una cerilla.
  • Automático: este tipo de termo necesitará electricidad para funcionar. Pueden ser pilas o conexión a la red eléctrica. Resultan mucho más cómodos y económicos que los anteriores, ya que se mantienen encendidos, pero solo consumirán en el momento que necesitemos usarlos.
  • Hidrogeneración: se trata de la evolución de los dos anteriores. Se autoabastece con el movimiento que genera la demanda de agua. No necesita fuente de energía eléctrica, por lo que nos ayuda a ahorrar.
Para tomar la decisión es importante tener en cuenta cuál es el consumo de agua diario que necesitamos.
Para tomar la decisión es importante tener en cuenta cuál es el consumo de agua diario que necesitamos. | Unsplash

¿Qué es un termo eléctrico?

Al igual que el termo de gas, su función es calentar el agua que después nutrirá tanto los grifos como los radiadores de casa. En este caso, en lugar de hacerlo mediante una llama, lo hace con una resistencia eléctrica sin combustión. Una de las grandes diferencias es que este tipo de termo almacena el agua caliente para después repartirla por la casa dependiendo de la demanda. Existen dos tipos basados en su instalación: horizontales y verticales. Los primeros son preferibles por razones estéticas, ocupan menos espacio, y pueden colocarse sobre puertas.

En cambio los verticales, ofrecen un mejor rendimiento y generan menos gasto de luz. Esto es debido a que la entrada de agua fría en el termo puede generar una serie de turbulencias que afecte a la repartición del calor en el agua. Los termos verticales son menos propensos a tener este problema.

El termo de gas tiene como función calentar el agua que después nutrirá tanto los grifos como los radiadores de casa.
El termo de gas tiene como función calentar el agua que después nutrirá tanto los grifos como los radiadores de casa. | Unsplash

¿Gas o eléctrico? ¿Con cuál ahorramos más?

Para considerar cuál es la opción que mejor se adapta a tus necesidades, deberás estudiar tus costumbres y tu consumo de agua caliente. Cuántas personas hay en la familia, si todas utilizan el baño a la misma hora... etc.

Si por ejemplo, sois 3 en casa y todos os ducháis a la misma hora, habrá que tener en cuenta cuánta agua será necesaria. En este caso concreto, un termo eléctrico supondría un problema, ya que, como hemos visto antes, utiliza el agua que tiene almacenada y puede tardar en volver a llenarse si esta se agota. Para situaciones similares, la mejor opción es un termo de gas natural que irá calentando el agua automáticamente según se vaya demandando. Además, ayudará a que ahorremos en nuestras facturas, ya que estos aparatos solamente consumen energía cuando se están utilizando.

Por otro lado, los termos eléctricos cuentan con una instalación mucho más barata que los termos de gas natural, que conllevan una instalación mucho más aparatosa.

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