La tecnología de acondicionamiento del aire no es nueva y se remonta prácticamente a los albores del siglo XX. Fue en el año 1902 cuando se desarrolló en EE.UU. la primera unidad capaz de acondicionar la temperatura de una habitación, alcanzando apenas tres décadas después otro ecosistema tan conocido como el de los coches. Ahora bien, desde aquellos inicios hasta hoy, 119 años después, el mundo ha dado muchas vueltas y la tecnología que da vida a nuestros aires acondicionados también. Y es que, ¿sabes qué es la tecnología Inverter?
Eficiencia y ahorro, sus grandes ventajas
Cuando se produce un cambio tecnológico importante siempre debe existir una explicación que lo justifique y, cuando hablamos de aire acondicionado, la tecnología Inverter supone el hito más reseñable en cuanto a consumo y eficiencia se refiere. Como os hemos contado en otras ocasiones, un equipo de refrigeración para el hogar cuenta con dos elementos: por un lado el split, o unidad interior, y por otro el compresor, que se suele instalar en el exterior de la vivienda.
Lo que hace la tecnología Inverter es controlar el ciclo eléctrico de ese compresor para hacerlo funcionar de una manera constante, evitando los picos de subida o bajada en su régimen de trabajo. Aplica, de alguna manera, ese mismo principio que solemos dar por bueno con la calefacción, y por el que es más económico mantener siempre una temperatura constante durante más tiempo, que llevar al equipo a picos de reinicio y parada que consumen más energía.
Con los equipos de aire acondicionado con Inverter nos garantizamos que el equipo no va a consumir más de la energía necesaria para alcanzar la temperatura escogida, ya que solo se produce un pico de arranque que se estabiliza inmediatamente y se mantiene ahí durante todas las horas de uso. Esto, además de ahorrarnos dinero en la factura de la luz, tiene beneficios directos en el propio equipo de aire acondicionado.
Los datos no engañan y un aire acondicionado equipado con tecnología Inverter puede llegar a ahorrar hasta un 40% de energía respecto de modelos que no cuentan con ella, lo que se convierte en una alternativa más que necesaria si queremos abaratar la factura de la luz.
¿Son más caros?
Ahora bien, aunque luego os vamos a enumerar las ventajas de estos equipos con tecnología Inverter, hay que desmentir una pequeña leyenda urbana que, aunque fue cierta hace algunos años, ya no es aplicable al día de hoy. Y es su precio. Hasta ahora, y a pesar del ahorro que suponía su uso en la factura de la luz, muchos usuarios no optaban por ellos por el mayor desembolso de dinero que tenían que realizar al comprarlos. Eso, por suerte, forma parte del pasado.
En los últimos años esta tecnología ha visto reducido su precio considerablemente, situándose en rangos aptos para prácticamente cualquier bolsillo. Prueba de ello es que actualmente podemos encontrar modelos en el mercado, con potencias de 2.000 frigorías, por precios que se sitúan alrededor de los 250 euros (sin instalación), por lo que virtualmente no merece la pena comprar equipos que no cuenten con esta mejora.
¿Qué ventajas tiene la tecnología Inverter?
Al margen de los dos grandes beneficios que describen a esta tecnología, adquirir equipos de aire acondicionado con Inverter nos va a proporcionar otras ventajas. Estas son:
- Ahorra de energía y dinero durante todos sus horas de funcionamiento, lo que supone una rebaja más que sensible en la factura de la luz. Un 40% menos de consumo que, al final de mes, supondrá un recorte en el gasto muy a tener en cuenta.
- Alarga la vida del compresor: la tecnología Inverter regula su régimen de funcionamiento, por lo que al evitar las continuas paradas y arranques de los equipos tradicionales, provoca que con el paso de los años su desgaste sea menor.
- La bomba de calor es más eficiente: en los equipos que además de aire acondicionado para el verano tienen opción de calor en invierno, usar la tecnología Inverter permite que el umbral de funcionamiento y eficiencia sea mayor. Si un equipo tradicional deja de ser operativo a los 0º, en aquellos con Inverter esa cifra aumenta hasta temperaturas bajo cero, que podrían llegar hasta los -15º.
- Menos ruido: los aires acondicionados con tecnología Inverter son más silenciosos ya que no están parando y arrancando cada pocos minutos y, cuando lo hacen, el ventilador se mueve a velocidades más bajas. Eso puede situar el equipo en el umbral de los 20dB, en vez de los 60 de los modelos estándar.
- Mejor regulación de la temperatura: estos equipos mantienen el confort estable, sin subidas ni bajadas bruscas lo que convierte las estancias en lugares más cómodos y confortables.
