Se acerca el invierno y hay que ir pensando en encender la calefacción. Con la previsión del aumento del coste de la energía eléctrica, hay que pensarse muy bien qué sistema elegir a la hora de calentar nuestro hogar, si es que estamos pensando en hacer esta inversión. Con la instalación de un sistema de autoconsumo eléctrico muchos usuarios se plantean cambiar sus calderas de gas por otros sistemas de calefacción que aprovechen más la energía producida por sus instalaciones. Como los de suelo radiante o los propios radiadores eléctricos, que vamos a desentrañar cuánto consumen.
Dos de los sistemas más populares para aprovechar la energía eléctrica son los radiadores eléctricos y el suelo radiante. Ambos se alimentan de electricidad, por lo que se trata de dos sistemas sostenibles y ecológicos. Pero cada uno tiene sus particularidades.
Los primeros se utilizan desde hace décadas, han ido evolucionando y ahora son mucho más eficientes que hace años, son silenciosos y podemos elegir la estancia que queremos calentar. Los acumuladores son una variante de este tipo de radiador que almacena la energía por la noche y suelta el calor por el día. Esto, para los usuarios con sistemas de autoconsumo eléctrico, no tiene mucho sentido. Es interesante solo para aquellos usuarios cuya tarifa de la luz ofrezca unas buenas condiciones en los horarios nocturnos.
A la hora de decantarnos por un sistema de calefacción debemos tener en cuenta las características de cada uno y nuestras necesidades. Si estamos valorando implementar un sistema de suelo radiante debemos valorar algunas de estas consideraciones. No se trata de un sistema económico, pues para instalarlo necesitamos hacer una obra de cierta enjundia, lo que consumirá gran parte de nuestro presupuesto.
Así como, aunque no nos lo parezca, es un sistema que ocupa bastante espacio, ya que para que caliente a la perfección nuestro hogar hay que colocarlos en el suelo de todas las estancias. Además, no es fácil de encender y apagar, y hay que destacar que tarda su tiempo en alcanzar la temperatura idónea. Aunque a su favor podemos decir que se trata de un sistema muy eficiente de bajo consumo con el que conseguimos un reparto uniforme de calor. Así como adaptarlo para la refrigeración en verano implementando a un sistema de aerotermia.
Por otro lado, el sistema de calefacción por radiadores no puede considerarse un sistema eficiente ya que sus consumos suelen ser altos. Al contrario que el sistema anterior, no podemos utilizarlo en verano para climatizar las estancias y no se consigue un reparto del calor uniforme. Aunque hay que destacar que su instalación es mucho más económica que otros sistemas y el espacio que ocupa es bastante reducido. Al calentarnos, alcanza rápidamente la temperatura deseada y es fácil de gestionar el encendido y el apagado del mismo.
Por lo que, si nuestra elección la basamos en la eficacia y el bajo consumo, debemos analizar más profundamente cuáles son los beneficios que nos aporta la instalación de suelo radiante en nuestros aspectos como eficiencia energética y ahora mensual.
Suelo Radiante Eléctrico: Mejora la Eficiencia Energética
Aunque existen varios tipos de suelo radiante, los encontramos en forma de canalizaciones de agua caliente que recorren los suelos y en su variante eléctrica, la cual destaca por la instalación de un sistema de cableado y resistencias que recorren el piso, dicho de forma que nos entendamos, aunque esto es algo más complejo.
Estos sistemas pueden usarse de forma conjunta con bombas de calor, por lo que una buena instalación de suelo radiante puede llegar a proporcionarnos un ahorro de energía de hasta el 30% en comparación con los sistemas de radiadores convencionales.
Este ahorro se produce gracias a la distribución que este sistema hace del calor, al estar instalados en el suelo, el reparto se hace de abajo a arriba llegando a alcanzar los 2,5 metros. Otro de los factores que contribuyen a esta eficiencia es que se distribuye el calor de una forma uniforme sin puntos calientes la emisión de baja temperatura y la gran superficie de emisión de calor, producen una sensación de calidad y confort para lo que necesitamos mucha menos energía.
Reduciendo el Consumo Mensual de Suelo Radiante
Para amortizar cuanto antes nuestra inversión es importante desde el primer momento conseguir un ahorro de la factura de la luz. Recordemos que el alto precio de la instalación la amortizamos a largo plazo. Con algunas recomendaciones podemos llegar a reducir la exigencia de consumo de la instalación, llegando a conseguir el ahorro del 30% prometido. Esto dependerá del uso que hagamos de la instalación.
Una vez tenemos nuestra instalación en marcha es importante mantener una temperatura constante, como ya hemos comentado es un sistema que necesita de tiempo y recursos para alcanzar la temperatura adecuada. Por lo que no debemos encender y apagar el sistema de calefacción, hacer esto implica implementar el gasto. Por lo que es recomendable no apagarlo y mantener una temperatura constante, es más rentable mantenerlo encendido.
Por otro lado, instalar termostatos en todas las estancias mejora la eficacia del mismo, ya que podemos ajustar la emisión de calor a las necesidades de las mismas. No todas las estancias de nuestra casa necesitan la misma cantidad de calor para mantener una temperatura agradable. Con algunos sistemas nos vemos obligados a gastar recursos innecesarios para mantener calientes las estancias más frías mientras que en otras tenemos que abrir las ventanas por exceso de calor.
Si instalamos termostatos inteligentes podremos programar la temperatura y controlar la instalación por Wifi aunque no nos encontremos en casa. De esta forma podremos adaptar la temperatura a cada momento.