Los sistemas de calefacción central han visto cambios en su legislación en los últimos tiempos. El Ministerio de transición ecológica anunció que sería obligatorio repartidor de costes de calefacción. O lo que es lo mismo, instalar un sistema que permita medir el consumo individualizado de calefacción en edificios con calefacción central. Para ellos hay que instalar unos medidores de costes de calefacción. Te contamos en qué consisten y cómo funcionan
Estos sistemas se caracterizan por tener una caldera o sistema de calefacción común para todas las viviendas. Hasta ahora el gasto y el consumo se repartían siguiendo el mismo coeficiente e incluyendo el gasto de calefacción en la cuota de comunidad y no era posible medir el gasto individualizado por vivienda.
Por lo que, en 2023, un gran número de propietarios de estas viviendas se van a ver obligados a la instalación de estos sistemas de medición para saber cuál es el gasto de calefacción en su vivienda. Salvo en algunas excepciones y siempre y cuando sea viable y económicamente rentable. Entre estas excepciones se encuentran los edificios ubicados en las zonas más cálidas del país o en aquellos supuestos en los que la inversión no pueda rentabilizarse en menos de 4 años. Más allá de la obligatoriedad de la instalación de estos vamos a tratar de explicar qué son repartidores de costes.
Con la instalación de estos dispositivos obtendremos una serie de ventajas que nos permitirán obtener hasta un ahorro del 20% de energía, así como un reparto de los gastos más justo ya que cada vecino paga por lo que consume. Al mismo tiempo que podemos tomar el control sobre la temperatura de cada radiador con la ayuda de sus válvulas independientes. Además, nos permite conocer el consumo que estamos realizando en cada momento con lo que podemos tener un mayor control del gasto, tan importante ahora que el precio del gas está por las nubes.
¿Qué son los repartidores de costes?
Como su nombre indica y como ya hemos comentado se trata de un sistema que nos ayuda a conocer el consumo individual de una vivienda que comparte calefacción central en sistema de columna.
Cuya finalidad es que cada vecino pague realmente por la calefacción que consume y evitar que como se venía haciendo hasta ahora que el gasto era asumido por todos los vecinos por igual o por los coeficientes de participación dentro de la comunidad de vecinos. Por lo que paga más el vecino con mayor coeficiente, pero esto no significa que sea el que haga un mayor gasto. Siendo un sistema mucho más justo y equitativo.
Estos se instalan de forma individualizada en cada uno de los radiadores de la casa y a través de ellos se obtienen lecturas con las que podremos calcular el coste energético total.
Cómo funciona un repartidor de costes de calefacción
Estos dispositivos, que como hemos comentando anteriormente se colocan en todos y cada uno de los radiadores, disponen de dos sondas a través de las cuales realizan mediciones tanto de la temperatura de la sala como del propio radiador. El repartidor se activa cuando detecta que está encendida la calefacción, esto ocurre cuando la diferencia entre ambas mediciones es superior a 4 grados entre ambas.
Estos dispositivos por norma general disponen de una pantalla en la que se pueden consultar los datos relativos al consumo en tiempo real. Los datos recogidos son enviados a la empresa encargada de la gestión de los repartidores. El envío de estos es totalmente seguro ya que para más seguridad disponen de un cifrado de datos SSL.
Aunque estamos acostumbrados a medir el gasto energético en Kwh, este no es el caso de los repartidores, estos utilizan una unidad de medida conocida como “de calefacción” y para su cálculo se utiliza un coeficiente. Este varía según el tipo de radiador y el fabricante del mismo.
¿Cómo se instalan los repartidores de costes?
Para llevar un control exhaustivo del gasto debemos colocar un repartidor en cada uno de los radiadores de la vivienda. Estos disponen de una válvula con la cual damos entrada al agua y que es con la que regulamos la temperatura que queremos tener en cada una de las habitaciones.
La instalación de estos dispositivos es muy sencilla, pero tiene que ser un técnico autorizado el que se haga cargo de su instalación y programación. Los repartidores constan de dos elementos: uno de ellos es una placa metálica que se sitúa a dos tercios de la altura del radiador. Esta se ancla al repartidor y una vez colocado debe ser programada según el tipo de radiador que tengamos instalado.
Estos dispositivos utilizan para su funcionamiento una batería de Litio que garantiza un periodo de uso de unos 10 años, transcurrido el cual tendríamos que renovar los repartidores. Y es que esta batería no es reemplazable. Además del coste de instalación, estos tienen un gasto fijo añadido de los honorarios de la empresa gestora, ya que para realizar los cálculos de consumo los datos estos deben ser revisados y gestionados.