Está claro que el futuro pasa por automóviles que se alimentan cada vez más de baterías y motores eléctricos. Sabemos que para favorecer al medio ambiente es imperativo liberarse de los combustibles fósiles para el transporte. Pero quizá esta evolución no les lleve a desaparecer por completo, si no que les forzará a evolucionar hacia combustibles sintéticos, o también llamados efuels. Te explicamos qué son, en qué consisten y mucho más, a continuación.
¿Qué son los combustibles sintéticos?
Abusando de un lenguaje simple, podemos considerar los combustibles sintéticos como una réplica ecológica de los combustibles tradicionales. Su propósito es que, en un futuro no muy lejano, los motores de combustión interna puedan funcionar como lo han hecho hasta ahora. La diferencia será que estos reducirán de manera drástica su emisión de CO2 y partículas nocivas a la atmósfera.
Como todos sabemos, tanto la gasolina como el gasóleo, se fabrican a partir de petróleo. Quizá algo más desconocido es que su estructura está basada químicamente en el hidrógeno del agua y el carbono del aire. Para llevar a cabo este proceso, se necesita un volumen muy alto de energía, que podría obtenerse de fuentes renovables como son la energía solar o la eólica. Al eliminar el carbono de la atmósfera en este proceso, se llegaría a compensar las emisiones que estos motores realizan al ponerse en funcionamiento.
Combustibles sintéticos, ¿el futuro en el transporte?
Cuando hablamos de futuro, debemos tener en cuenta que esta tecnología no es algo nuevo, ya que las primeras patentes de su fabricación se registraron a principios del siglo XX. Con el cambio climático más cerca que nunca, parece que este tipo de combustibles están resurgiendo para quedarse.
Con este nuevo proceso, el combustible se consideraría renovable y ecológico, siempre y cuando sus procesos de elaboración involucren fuentes de energías limpias.
Por el momento no existe ningún coche que obtenga su energía de combustibles sintéticos, pero los fabricantes están acelerando su desarrollo. Es el caso de Porsche que junto con Siemens, y otras empresas energéticas y petroleras, planean construir una fábrica que produzca este tipo de combustibles. Su objetivo será producir 55 millones de litros al año en 2024 y 550 millones en 2026. La escudería prevé utilizar este combustible en deportes de motor y sus coches de producción.
Este es el precio de producir combustibles sintéticos.
Como toda nueva tecnología, en un primer momento no resultará barato fabricar estos combustibles. Se espera que, si las condiciones del mercado lo permiten, se comience a producir en 2025. La clave será ir incorporando gradualmente cantidades a los combustibles tradiciones, para hacer así disminuir sus costes de producción gracias a la economía de escala. Esto hará que poco a poco sean más asequibles en el mercado.
Se estima que la producción de un litro de combustible sintético en 2025 con una tasa de de un 4% de mezcla con combustibles tradicionales tendrá un coste de entre 1,61€ y 1,99€. Sin embargo, para el año 2050 puede que este precio baje hasta un rango de entre 0,70€ y 1,33€ por litro de combustible sintético con un 100% de mezcla.
Pero la fabricación de este tipo de combustibles, en general, no es nada barata. El equipo que se utiliza para su producción, electrolizadores que descomponen el agua en hidrógeno y oxígeno, tienen un coste bastante elevado. Aunque existen especialistas que consideran que su precio bajará a lo largo de las décadas, lo que es cierto es que hoy en día supone un gasto desorbitado. Algunos investigadores han llegado a la conclusión de que no podrán fabricarse volúmenes significativos de combustibles sintéticos por menos de 3 o 4 euros llegados al año 2030.
El futuro deseado es que cualquier coche, ya sea gasolina o diésel, llegue a funcionar con combustibles sintéticos, aunque de momento, no es algo factible. Habrá que esperar para conocer cuáles son los pasos a seguir y su futuro más cercano.