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En los últimos años habrás oído hablar, en medios de comunicación y en las intervenciones de muchos políticos, una idea que gira alrededor de lo que se ha dado en llamar como "economía sostenible", o "desarrollo sostenible", y que busca impulsar entre todos los ciudadanos, empresas y organismos públicos una mayor conciencia social sobre la importancia de no malgastar los recursos que extraemos del planeta para, así, garantizar un mayor bienestar social en las próximas décadas a todos los que ya estamos aquí... y a los millones que están por venir. Así que, con todo lo anterior, ¿sabes qué es y qué podemos aportar a la economía sostenible?
¿Qué es la economía sostenible?
Resumiendo mucho, y simplificando, el objetivo principal de la economía sostenible es el de reducir los índices de pobreza en el planeta, así como garantizar el desarrollo y bienestar social de las generaciones presentes y futuras gracias a una gestión más eficiente de los recursos del planeta. Es decir, algo tan aparentemente sencillo como es consumir menos de lo que la propia Naturaleza es capaz de proporcionarnos.
La primera vez que alguien utilizó este término para poner en alerta al mundo de los problemas que podría ocasionar la espiral de consumo ilimitado, a escalas cada vez más grandes, data del año 1987 cuando en un informe de la ONU fue descrita por primera vez la idea del "desarrollo sustentable". Un trabajo que sirvió para iniciar un camino que se vio refrendado en 1992 con “La Cumbre de la Tierra” de Río de Janeiro, o la aprobación de la Agenda 2030 sobre el conocido como "Desarrollo Sostenible".
De todas formas, no solo alrededor de este concepto encontramos ideas sobre el consumo de los recursos, alrededor de esas políticas también se integran otras áreas como son la lucha contra el cambio climático, la igualdad de la mujer, la educación, la defensa del medio ambiente o la propia concepción y desarrollo de las ciudades actuales, que necesitan en muchos casos de una completa revisión para adecuarse a las futuras políticas de bienestar social.
¿Cómo podemos ayudar en la economía sostenible?
Aunque el concepto y las ideas que se promueven buscan el bienestar social, este se consigue, no solo gracias a la actuación de los organismos públicos y los gobiernos, sino que también está en nuestra mano como partícipes de las decisiones que tomamos en nuestro entorno. Como suele decirse, muchas veces los cambios se producen de abajo arriba y, por lo tanto, somos los ciudadanos los que debemos impulsarlos adoptando una serie de hábitos "sostenibles". ¿Qué podemos hacer nosotros?:
- Apostar por la cultura del reciclaje, para apoyar la economía circular y que las materias primas y productos vuelvan a la cadena de producción, ahorrando así en la entrada de nuevos recursos
- Recurrir a productos de comercio justo o de segunda mano, que fomentan esa cultura circular
- Consumir (siempre que sea posible elegir) fuentes energéticas limpias y renovables para garantizarnos que nuestro consumo diario no provoca gases de efecto invernadero que terminan depositados en la atmósfera
- Reducir el consumo y apostar siempre por productos denominados como de "marcas verdes", es decir, que tanto en su elaboración como en los residuos finales que provocan son completamente reciclables
- Fomentar el ahorro, tanto económico como energético
¿Qué caracteriza a la "economía sostenible"?
De todas formas, y a pesar de la importancia de las decisiones que tomamos como individuos, el mayor impulso debe llegar por parte de las distintas administraciones, desarrollando toda una serie de políticas dirigidas a promocionar el uso de fuentes energéticas sostenibles así como la competitividad de las empresas verdes a invertir en innovación y desarrollo, favoreciendo a todas las que realicen ese tipo de esfuerzos.
Hablamos, según reza en el artículo 2 de la Ley de Economía Sostenible (LES), publicada por el BOE el 5 de marzo de 2011, de "un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía productiva y competitiva, que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, y que garantice el respeto ambiental y el uso racional de los recursos naturales, de forma que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”. ¿A qué áreas afectaría?
- Protección del medio ambiente, preservando la biodiversidad
- Reducir al máximo el impacto de la contaminación, combatiendo el cambio climático
- Uso de energías renovables y limpias, que no contaminen
- Apostar siempre por la eficiencia de bienes escasos, como el agua
- Potenciar los hábitos de reciclaje
- Promover el consumo responsable para que los recursos no se consuman a un ritmo superior del que se fabrican
- Fomentar, a través de la educación y la innovación, la igualdad de todas las personas
¿Qué recomienda la ONU?
La UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) tiene una interesante publicación, llamada "Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza; Síntesis para los encargados de la formulación de políticas economía verde", que viene a concluir toda una serie de medidas que deben llevar a cabo los gobiernos de los distintos países para dar ese salto cualitativo en la dirección de llevar sus economías hacia un modelo sostenible. Y son:
- El establecimiento de marcos regulatorios sólidos
- La priorización de la inversión y el gasto públicos para impulsar el "enverdecimiento" de los sectores económicos
- La limitación del gasto estatal en áreas perjudiciales para el capital natural
- La aplicación de impuestos e instrumentos basados en el mercado para promover las inversiones e innovaciones verdes
- La inversión en el desarrollo de capacidades, formación y educación
- Y el fortalecimiento de la gobernanza internacional y los organismos internacionales