El verano de este 2021 es uno de los que más hemos hablado de la electricidad en los últimos años. Primero con la entrada en vigor de las nuevas franjas de discriminación horaria de consumo, el pasado mes de junio y, más tarde, por los récords de precios que el kWh. ha alcanzado debido a las subastas donde se establece cuál es su coste de cara a los consumidores. Ahora bien, además de esa cantidad, son otros muchos conceptos los que llegan hasta nuestro recibo todos los meses, y de ellos os vamos a hablar. Y es que, ¿sabes de qué partes se compone la actual factura de la luz?
Por qué estamos pagando exactamente
Es importante tener claro que dentro de una factura estándar de la luz existen toda una serie de variantes que pueden provocar que cada mes paguemos una cantidad diferente. En esencia, un recibo se divide en dos grandes apartados: por un lado el coste fijo que supone disponer del servicio eléctrico, y que se calcula en función de los kW de potencia que tenemos contratada y, por otro, el coste concreto de la cantidad consumida a lo largo de los distintos periodos de tarificación.
Aun así, no serían estos dos apartados los únicos que veremos en nuestro recibo de la luz, ya que a ellos hay que unirles otros que van sumando cantidades hasta configurar el precio final. Se trata de los impuestos, del alquiler del contador, etc., así como algunas tasas que se aplican exclusivamente sobre este tipo de servicios. Es el caso, por ejemplo, del llamado "Impuesto de la electricidad" que grava nuestra factura con un porcentaje del total. Ahora bien, aunque muchos elementos son comunes, existen algunas pequeñas diferencias entre lo que veremos en una factura eléctrica del mercado regulado y otra del libre.
¿Cómo es una factura de la luz?
A continuación os detallamos los elementos más importantes que debéis conocer dentro de la factura de la luz y que prácticamente coinciden en el caso de un contrato regulado y otro del mercado libre. Aquí tenéis todos los detalles que debéis tener en cuenta, mirad:
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Periodo de consumo: salvo excepciones, debe ser mensual.
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Código Unificado de punto de suministro, o CUPS, que identifica nuestra instalación de forma concreta.
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Tipo de contrato: con la entrada en vigor de las nuevas tarifas el pasado mes de junio, debe aparecer claramente que tienes contratada una tarifa PVPC (con discriminación horaria).
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En el caso de tener el llamado "bono social", debe aparecer de forma expresa, así como el porcentaje aplicado (del 25 o el 40%).
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Potencia contratada: recuerda que existen dos alternativas, una para el periodo punta y otra para el valle. Los usuarios del mercado libre pueden tener otras alternativas que se adapten a sus necesidades.
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Información de consumo eléctrico con un gráfico preciso de todo lo que has gastado, con un histórico de los últimos 14 meses.
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Lectura actual del contador, con un lugar específico donde debe aparecer si esa cantidad consumida es real o estimada.
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Desde que existen los tramos horarios debe aparecer bien claro cuál ha sido el consumo en cada una de esas franjas (punta, llano y valle). Si tienes un contrato libre, su equivalente con los tramos que tengas definidos.
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Importe por peajes y cargos que se cobran para cada periodo de tarificación.
- Importe por margen de comercialización fijo: en este punto, las comercializadoras vienen a recibir 3,113 euros por kW/año en concepto de "margen de comercialización".
- En el caso de que tengas una instalación de paneles fotovoltaicos para consumo propio, la factura debe incluir este concepto con forma de descuento dentro de un apartado llamado "energía excedentaria".
- Los impuestos también deben aparecer y en el caso del que se aplica sobre la electricidad, es del 5,1127%.
- El alquiler de los equipos de medición es otro de los que deben estar claros cuando leemos la factura, tal y como os explicamos hace apenas unos días.
- Y por último tenemos el IVA, que es de un tipo del 21% (con la actual situación de precios elevados, se ha reducido hasta el 10% hasta diciembre de este mismo año).