Vivimos en un mundo que va a una velocidad mucho más rápida de lo que el planeta es capaz de soportar. Los recursos naturales no son infinitos, al contrario del actual proceso productivo que solo entiende de productos fabricados lo más rápidamente posible, vendidos hoy y pasados de moda apenas unos meses después. Sin posibilidad de otorgarles una segunda vida, ni al producto ni a los materiales que lo componen. Es por eso que llega el momento de pensar de otra manera, de crear un ciclo infinito por el que las materias primas nunca salgan del círculo productivo y, como la energía, "ni se creen ni se destruyan, solo se transformen". El nombre de esa alternativa ecológica y respetuosa con el medioambiente atiende al nombre de "economía circular". ¿Sabéis qué es, en qué nos beneficia y por qué debemos impulsarla?
¿Cuál es el actual modelo económico lineal?
En la actualidad es el sistema productivo que prácticamente ocupa todos los sectores industriales y que se caracteriza por consumir materias primas, procesarlas, convertirlas en productos que llegan al mercado y que, de forma general, solo cuentan con un único ciclo de uso. Es decir, que cuando pierden su vida útil prácticamente todos los componentes utilizados son desechados y convertidos en residuos que invaden grandes extensiones de terreno en vertederos que arrebatan espacio al medioambiente.
Este modelo productivo se fundamenta en dos grandes pilares: por un lado el crecimiento permanente de los ciclos económicos y, por otro, la promoción constante del consumo que, finalmente, da impulso a un proceso que no parece tener fin. Como resultado obtenemos un entorno con alta demanda de materias primas, poco amigable con el medioambiente (tanto por las superficies que deben ser esquilmadas como por la proliferación de espacios destinados a las basuras) y que implica el abuso de los recursos naturales hasta límites que el propio planeta no puede soportar.
¿Qué es la economía circular?
El modelo alternativo de economía circular no es otra cosa que, según explica la propia Unión Europea (en su página oficial de impulso para este tipo de alternativas productivas), "un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido". De esa manera, el ciclo de su vida útil se extiende y consigue la reducción significativa de los niveles de residuos que se depositan en el medioambiente.
Gracias a este modelo, cuando un producto llega al final de su vida útil, la práctica totalidad de los materiales que lo componen se mantienen dentro del ciclo de utilidad tantas veces como sea necesario, lo que evita el incremento de la demanda sobre ciertas materias primas que ya están dentro de la economía. Es, por decirlo de una manera rápida y simple, justo el concepto contrario a lo que se propugna con la economía lineal de "usar y tirar" instaurada desde la Revolución Industrial, abogando por una extensión de la durabilidad de todos los productos y evitando, así, la llamada "obsolescencia programada" gracias a la reutilización de componentes y materiales.
¿Por qué adoptar un modelo de economía circular?
La principal razón por la que es recomendable cambiar el actual modelo productivo lineal es porque en el circular no se produce un aumento de la demanda de materias primas, algo de vital importancia en un escenario como el actual de escasez de recursos y la consiguiente dependencia de otros mercados para conseguirlos. Eso, sin contar el impacto en el medioambiente del consumo de energías fósiles en aquellos países en los que se obtienen buena parte de todos estos materiales, donde las alternativas renovables y limpias no han sido adoptadas de forma mayoritaria. Esa emisión de CO2 a la atmósfera puede reducirse significativamente con un modelo de economía circular donde los principales recursos necesarios para seguir fabricando y atendiendo a la demanda del mercado ya se encuentran dentro de la rueda de producción.
¿Qué beneficios tiene la economía circular?
Algunos ya los hemos indicado anteriormente y tienen que ver con el cuidado del medioambiente. Pero también, porque supone un ahorro importante de costes a la hora de reducir los residuos que terminan depositados en los grandes vertederos ya que las empresas no tienen que adquirir esas mismas materias a los países productores y sí a las propias industrias locales, españolas o europeas en este caso, capaces de reintroducir en la rueda de producción recursos que, en muchos casos, son escasos y finitos. Y es que, según señala la propia Unión Europea, la producción de los materiales que utilizamos "son responsables del 45% de las emisiones de CO2".
El objetivo de la economía circular no es otro que el de proporcionar "a los consumidores productos más duraderos e innovadores" capaces de ofrecer un ahorro económico importante que mejora nuestra calidad de vida. Tanto es así que en el caso de los teléfonos móviles, por ejemplo, si fueran más fáciles de desmontar cuando terminan su ciclo de vida útil, su coste de fabricación posterior podría reducirse prácticamente a la mitad.