Cada vez consumimos más energía, especialmente en épocas de mucho calor (como en verano), o de mucho frío (como en pleno invierno). La energía no es infinita, y, por desgracia, generarla implica contaminar. Además de que cuanta más energía consumamos en nuestra casa u oficina mayor será la factura que nos vendrá a fin de mes. Así, si queremos ayudar a preservar el medio ambiente, y ahorrar dinero, debemos pensar en empezar a ahorrar electricidad.
Por norma general no solemos preocuparnos mucho por la energía que gastamos. Sin embargo, ahorrar electricidad es una tarea bastante más sencilla de lo que podemos pensar. A continuación, os vamos a dejar una serie de medidas de ahorro energético en el hogar, y en el trabajo, para poder adelgazar nuestras facturas de la luz y, además, poder colaborar en el cuidado del planeta.
Ahorrar energía en casa
Para ahorrar electricidad en nuestro día a día no hace falta realizar grandes sacrificios ni invertir en componentes ni dispositivos nuevos. Simplemente adoptando unos nuevos hábitos podemos reducir considerablemente la cantidad de energía consumida.
El primero de estos hábitos, y uno de los más importantes, es aprovechar al máximo la luz del sol. Si somos de los que tenemos las bombillas encendidas todo el rato estamos malgastando electricidad de manera innecesaria. Además, la luz natural tiene muchos más beneficios para la salud que la luz artificial, por lo que no solo ahorraremos dinero, sino que ganaremos en salud.
Si tienes contratada una tarifa con discriminación horaria, como la tarifa lechuza de Pepeenergy, entonces debemos aprovechar ese rango horario para utilizar los electrodomésticos que más consuman. Por ejemplo, la lavadora o el lavavajillas. Si además aprovechamos a planchar o cocinar a esas horas, pues el ahorro será aún mayor.
Debemos saber utilizar los electrodomésticos de manera inteligente. Y una de las principales formas de hacerlo es aprovechar el calor residual de la plancha, la vitrocerámica o el horno (entre otros) para terminar de planchar o cocinar desconectando estos electrodomésticos entre 10 y 15 minutos antes de terminar, para aprovechar ese calor.
Cuando tengas que cambiar cualquier electrodoméstico o dispositivo, en vez de mirar las últimas características, es mejor fijarse en la calificación energética y en el consumo de energía al año. Muchas veces es mejor gastar un poco más en algo que consume menos, ya que a la larga estaremos ahorrando bastante. Y, por supuesto, debemos pensar en cambiar todas las bombillas de la casa por bombillas LED, ya que el ahorro energético es enorme.
Luego también hay otros trucos que, aunque suponen un ahorro de electricidad menor, a la larga todo suma. Por ejemplo, desconectar los dispositivos que no vamos a usar (en lugar de dejarlos en standby), desconectar los cargadores de móviles de la luz o usar enchufes inteligentes que podamos activar o desactivar desde el móvil según los necesitemos o no.
Ahorrar energía en el trabajo
En el trabajo también hay por costumbre derrochar energía de manera innecesaria. Por lo tanto, con un poco de cuidado y un par de buenas costumbres, también es posible ahorrar electricidad y reducir la factura de la luz en los entornos de trabajo.
La mayoría de las medidas de ahorro energético en el trabajo son iguales que las de casa. Por ejemplo, se recomienda no tener conectados ordenadores (u otros dispositivos) de manera innecesaria, aprovechar la luz del sol al máximo y evitar el uso de bombillas cuando sea de día, y utilizar, sobre todo, bombillas LED.
Pero en el trabajo también hay otros trucos que nos van a permitir ahorrar a fin de mes en la factura de la luz. Por ejemplo, una mala costumbre en las oficinas es tener mucho calor en invierno y mucho frío en verano. Es necesario ajustar la calefacción y el aire acondicionado a temperaturas que, dentro del rango de confort, nos permitan ahorrar. Una media de 21 o 22 grados es perfecta para estar en condiciones y no derrochar.
Si los empleados no suelen apagar los ordenadores al marchar, otra forma de ahorrar electricidad es montar enchufes programables. Estos permitirán que, llegada cierta hora, se corte la electricidad en los puestos de trabajo, evitando que los equipos pasen toda la noche encendidos de manera innecesaria.
Cómo reducir al mínimo el consumo eléctrico
Si queremos reducir al mínimo el consumo de luz y ahorrar la mayor cantidad de electricidad posible, debemos seguir cumplir con el siguiente decálogo del ahorro energético:
- Aprovechar todo lo posible la luz natural.
- Usar siempre bombillas LED. El ahorro a largo plazo es considerable.
- Cuidar el aislamiento térmico de la casa. Así no entrará ni frío ni calor.
- No usar tendederos ni radiadores eléctricos para secar la ropa. Consumen una barbaridad.
- Ajustar una temperatura media, ni muy caliente en invierno ni muy fría en verano.
- Vigilar el consumo y la eficiencia energética de los electrodomésticos. Siempre es recomendable invertir en algo eficiente antes que en características innecesarias.
- No dejar los equipos o dispositivos que no usemos conectados en standby.
- Desconectar los cargadores de los móviles cuando no los usemos.
- No conectar luces ni dispositivos que sean innecesarios.
- Aprovechar las horas de valle para usar los electrodomésticos que más consumen.