No hay nada como estrenar una casa de nueva construcción y tener la seguridad de que nos quedan algunos años para tener que preocuparnos de ciertos elementos que, con el paso del tiempo, se van deteriorando y suponen un peligro para su integridad. Al fin y al cabo que se desconche un poco de pintura de un techo, o que un azulejo no esté bien sujeto a la pared, es algo que se puede arreglar en muy pocos minutos y, además, no suponen un riesgo. De ahí que todo lo que tiene que ver con la instalación eléctrica necesite de una atención especial, aunque solo sea por el riesgo de incendio que corremos si no nos fijamos demasiado en los cables. ¿Eres consciente de la importancia de revisar las instalaciones eléctricas?
Esta necesidad de mirar con detalle cómo está la salud de la instalación eléctrica de nuestro hogar no es casual que se haya convertido en una necesidad, al revés, es el producto de los tiempos que nos han tocado vivir. Hace 40 años, el cableado de las casas se realizaba acorde a una estimación de la energía que íbamos a consumir. En la actualidad, esa necesidad se ha disparado ante la presencia de todo tipo de nuevos aparatos.
Qué debemos revisar en nuestras viviendas
Ese deterioro de los circuitos eléctricos es el causante de muchos incidentes todos los años, tanto en las viviendas que tienen esas instalaciones muy deterioradas, como en aquellos edificios en los que la comunidad no cuida estos aspectos. El resultado de esos descuidos es causa de una considerable cantidad de incendios a los que después tienen que poner remedio los parques de bomberos repartidos por la geografía nacional.
Las instalaciones eléctricas no son solo lo que vemos, es decir, los enchufes, los conectores para las luces, las regletas que ponemos para conectar varios aparatos a la vez o el propio cuadro donde podemos encender o apagar luminarias, electrodomésticos, cocinas, etc. Más importante si cabe es toda la instalación que no se ve, oculta dentro de las paredes y que muchas veces pueden ser el foco de problemas graves. Hay que tener en cuenta que un sobrecalentamiento en un componente defectuoso o deteriorado puede dar como resultado un chispazo que inicie un fuego que más tarde podría propagarse por toda la casa.
De ahí que tan importante como ese control de los aparatos que tenemos conectados a enchufes y demás elementos, requiramos la asistencia de un experto para comprobar exactamente que la salud de toda la instalación es correcta, incluso que contamos con medidas de seguridad para que el propio sistema sea capaz de cortar la corriente y evitar problemas mayores.
Cada cuánto tiempo debemos revisar las instalaciones
Ese mantenimiento de la infraestructura eléctrica de nuestra casa debe realizarse, según indican los expertos, en todas aquellas casas y edificios que tengan más de 10 años. A partir de ese momento, será necesario realizar tareas de mantenimiento periódicas para vigilar con especial atención los cableados, los cuadros de control, las medidas de seguridad y, por supuesto, las ampliaciones de aquellos inmuebles especialmente poco estables y con muchos años a sus espaldas.
Aunque ese plazo de 10 años para comenzar a tener revisiones periódicas es lo que recomiendan los expertos, por desgracia en muchos casos no llegan a realizarse hasta pasado más tiempo, lo que supone un riesgo que muchos propietarios corren sin ser conscientes. Prueba de ello es que, algunas comunidades autónomas, han iniciado en los últimos años campañas específicas para concienciar a los propietarios de la importancia de estar atentos al deterioro de estos elementos. Sobre todo en unos tiempos en los que el uso de la electricidad se ha disparado, con la proliferación de electrodomésticos de todo tipo de aparatos, que están cubriendo nuestra casa del suelo al techo: aires acondicionados, televisiones, sistemas de sonido, domótica, aspiradores inteligentes, asistentes virtuales, cargadores, etc.
Cuenta con profesionales para la revisión y reparación
Muchos usuarios o comunidades de vecinos tienen la tentación de recurrir a empresas que no cumplen con los requisitos legales y de profesionalidad que exige un trabajo de este tipo. Eso supone, a su vez, un riesgo que se añade al del estado de los cables, enchufes y medidas de seguridad, por lo que es necesario recomendar que estas tareas recaigan en la experiencia de profesionales reputados.
Son ellos los que pueden determinar si los cables que recorren las paredes son seguros, si lo hacen con las medidas de aislamiento suficientes como para evitar problemas o si es necesaria una transformación completa de lo que tenemos en casa. No es extraño ver hilos eléctricos sin recubrimiento, que pueden pelarse con el paso de los años y provocar incendios, sobrecalentamientos o descargas a los usuarios. O una distribución que lleva a que una sola línea tenga que sostener buena parte de la tensión de la casa, con los peligros que eso supone.
En el caso de los edificios más antiguos, no es raro que no exista un diferencial que sea capaz de saltar en caso de problemas, lo que obligará a los dueños de la vivienda a instalarlos para tener una última barrera de defensa. Para todas estas situaciones es recomendable vigilar esas instalaciones y, sobre todo y muy importante, encomendar esa tarea a profesionales cualificados.