En este blog os hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia de adoptar cuanto antes medidas para detener el cambio climático, y una buena forma de hacerlo es adoptar hábitos de vida sostenible. Es el caso de la economía circular, del movimiento "zero waste" o de las nuevas tecnologías de movilidad eléctrica alimentadas por la generación de energías verdes, limpias y renovables. Así que es normal que cuando el mundo se mueve en una misma dirección, empresas como Google también remen en el mismo sentido. Y es que, ¿sabes que Google Maps mostrará por defecto la ruta más sostenible?
¿Sabes cómo crear rutas?
Google Maps es una de las aplicaciones más populares y está presente en cientos de millones de teléfonos móviles de todo el mundo. Con ella no solo podemos visitar cualquier rincón del planeta, encontrar monumentos o puntos de interés de cualquier ciudad del mundo, sino que también contiene información de negocios, calles y todo un entramado de recursos que nos permiten llegar a cualquier destino sin perdernos.
La forma de hacerlo es a través de las rutas que podemos generar y que nos pueden llevar de un punto A al B de la manera más rápida imaginable. Incluso tenemos la posibilidad de marcar una hora de salida, programar paradas por el camino y recibir indicaciones con bastante fidelidad del tráfico que podríamos encontrarnos. Todo gracias a ese algoritmo que aprende día a día y que por culpa de análisis de datos y la inteligencia artificial puede ofrecernos predicciones muy fiables.
De esta forma, para crear una ruta en Google Maps simplemente debemos indicarle a dónde queremos ir, en qué lugar nos encontramos y seleccionar más tarde el medio de transporte que vamos a utilizar: vehículo particular, transporte público, a pie, bicicletas o avión. En este último caso, tendremos que vincular el identificador del vuelo para que la aplicación sea capaz de marcar con fidelidad todos los tiempos que vamos a invertir en el desplazamiento.
Un nuevo tipo de rutas, ¿eso qué es?
Esas rutas que Google Maps nos ofrece para ir de un lado a otro pueden ser de varias clases. Las más básicas son dos: trayectos cortos o rápidos que no siempre coinciden. Los tipos de vías, los semáforos o lo intrincado del trazado puede marcar que podamos elegir entre una y otra, pero también la necesidad de evitar peajes, autopistas y otros tipos de vías. Las opciones son muy amplias aunque casi siempre nos vamos a quedar con la que menos tiempo nos requiera.
Ahora bien, con motivo de eso que os contábamos antes, del cambio climático y la necesidad de adoptar hábitos sostenibles, Google ha comenzado a trabajar en un nuevo tipo de rutas: las más ecológicas. Con ellas podremos asegurarnos de que nuestro coche consume la menor cantidad posible de combustible y, por lo tanto, no emitimos tanto CO2 como en el caso de otro tipo de trayecto. Y como seguramente habréis imaginado, todas las emisiones de gases de efecto invernadero que le ahorremos al planeta serán bienvenidas.
Para calcular esas rutas más ecológicas, Google se ha asociado en los EE.UU. con el NREL (Laboratorio Nacional de Energías Renovables de los EE.UU.) para utilizar sus datos y aplicarlos a sus algoritmos para ser lo más preciso posible. En Europa, de momento, esa función no está disponible aunque desde la compañía ya han avanzado que lo estará en los próximos meses. Eso sí, para poder realizar cálculos precisos, tendrá que buscar un organismo equivalente a partir del que recoger datos fiables que más tarde se podrán aplicar en nuestro país.
Estas rutas sostenibles y más ecológicas podrían coincidir con las más cortas o más rápidas, todo dependerá del trazado de las vías, de la orografía del terreno, de las condiciones ambientales de la zona que vamos a recorrer, del tipo de vehículo y, por supuesto, del régimen de marcha que vayamos a seguir: no es lo mismo un trazado lleno de glorietas, semáforos y subidas y bajadas que otro alternativo más plano y uniforme.
Serán esas variables las que marcarán la posibilidad de que Google nos indique cuál de las alternativas para llegar al destino tenemos que sea capaz de ahorrarnos, no solo combustible a nuestro bolsillo, sino también disgustos a un planeta del que parece haber llegado la hora de cuidar mucho más.
