La Tarifa de Último Recurso, conocida también por sus siglas como TUR, fue un precio fijado por el Gobierno de España sobre el coste de la electricidad. Este valor tuvo una vigencia de varios años y cambió su nombre en 2014 por el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
Ambos conceptos tienen el mismo significado, así como idéntica funcionalidad y aplicación en el mercado eléctrico. Este cambio se vio impulsado por la Unión Europea en un movimiento de liberalización del servicio de la electricidad en el marco económico europeo. Así, esta tarifa TUR tiene un precio regulado estatalmente, siendo el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo el que se encarga de ello.
¿Quién puede acogerse al TUR o PVPC?
Este precio base en la tarifa de la luz puede ser aplicado en facturas y contratos de consumidores que tengan acordado un servicio igual o menor a 10 kW en su punto de luz. En este sentido, la mayoría de los españoles puede contratar este servicio puesto que la potencia contratada suele ser de unos 5 kW.
Esta tarifa TUR o PVPC solo puede contratarse en el mercado regulado eléctrico a través de una comercializadora de referencia, también conocidas como comercializadoras de último recurso (CUR).
¿De qué depende el TUR o PVPC?
La Tarifa de Último Recurso (TUR), ahora llamada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) cambia según la oferta y demanda de la luz en cada momento, variando cada hora y día. Se trata de esta manera de un precio variable en el consumo eléctrico. Aún así el Gobierno español intenta mantener esta cuantía de manera equilibrada, sin altibajos pronunciados en el precio de la luz.
Esta tarifa se puede escoger cuando el consumidor no quiere contratar uno de los precios marcados por las comercializadoras eléctricas en el mercado libre. Adherirse a ella también será condición indispensable para beneficiarse de ayudas sociales y del Gobierno en el servicio de la luz.