El suelo radiante es el nombre con el que se conoce a determinados sistemas de climatización que funcionan a partir de una red de tuberías de plástico instaladas bajo el suelo.
Al contar con una capa de mortera, este sistema permite la circulación de agua caliente o fría (según el interés) por el resto de la superficie que abarca, permitiendo que la temperatura provenga del propio subsuelo.
A pesar de su potencial, el sistema de suelo radiante es relativamente nuevo en España, si bien lleva años implementándose en determinadas instalaciones.
Ventajas del suelo radiante
A continuación, te contamos las principales ventajas que supone contar con un sistema de suelo radiante.
- Bajo consumo: Una de las principales ventajas del suelo radiante consiste en la temperatura de impulsión necesarias. Mientras que los sistemas más tradicionales necesitan de 80-85 º para producir energía, el suelo radiante tan solo necesita entre 30 y 45º, lo cual equivale a un menor consumo y, por ende, un presupuesto más bajo.
- Plataforma de energías renovables: Al basarse en temperaturas entre 30 y 45º, el sistema de suelo radiante utiliza como base diferentes fuentes de energías renovables, especialmente la aerotermia por bomba de calor o incluso la energía solar térmica. Un sistema para el futuro que no cesará en su implementación durante los años venideros.
- Alto rendimiento: Debido a la extrema delgadez de los circuitos del suelo radiante, el caudal de agua es muy bajo, por lo que la energía necesaria para potenciarlo será menor. Si a ello sumamos las bajas temperaturas de propulsión, nos encontramos ante un sistema, cuanto menos, muy eficiente.