Un sistema trifásico es aquel sistema de producción, distribución y consumo de energía eléctrica compuesto por tres corrientes alternas monofásicas de frecuencia y amplitud similar que representen un valor eficaz y presenten una diferencia de fase entre ellas de 120º eléctricos.

Este proceso debe darse en un orden determinado y cada una de las corrientes monofásicas que conforman el sistema recibe el nombre de fase.

En este caso, se reconoce a un sistema como trifásico siempre que sus corrientes mantengan magnitudes iguales y estén desfasadas simétricamente. En caso de no cumplirse alguna de estas condiciones anteriores, el sistema de tensiones quedaría desequilibrado, más concretamente llamado sistema desbalanceado.

¿Cómo funciona un sistema trifásico?

La instalación trifásica se caracteriza por usar un mínimo de cuatro cables, de los cuales tres se emplean para cada una de sus fases. Posteriormente, aparece un cuarto cable neutro que sirve para equilibrar las cargas. También hay ocasiones en las que el sistema trifásico incluye otros cables como los de la toma de tierra.

Otro rasgo de este sistema es que además de tener tres fases, cuenta con tres corrientes alternas diferentes. Además, cada una de esas corrientes distribuyen la potencia entre tres. Por otro lado, en el sistema trifásico aparecen tensiones normalizadas que oscilan entre los 380 voltios y los 400 voltios. Este factor es el que permite acceder a potencias que superan las de las monofásicas y en ocasiones alcanzan los 15 kW.

También es importante el hecho de que el sistema trifásico ofrece más potencia que el monofásico, pero en este caso la instalación del sistema eléctrico es mucho más compleja. Eso se debe a aspectos como el cableado o los elementos complementarios que se pueden añadir.

¿Cuáles son las ventajas de un sistema trifásico?

El uso de los sistemas trifásicos se ha incrementado debido a los aspectos positivos que aportan. El primero de ellos es que su producción es mayor y necesita menos materiales conductores. A partir de ahí, aparecen otras ventajas como el ser capaces de generar campos magnéticos rotatorios, el ofrecer una potencia constante y el aportar una salida estable.

Ejemplos de sistema trifásico

Los ejemplos del sistema trifásico se pueden ver en las aplicaciones que tienen estas instalaciones. La potencia que genera este sistema permite aportar electricidad a los grandes centros de datos, también están presentes en grandes edificios comerciales e industriales, en instalaciones de placas solares o en urbanizaciones residenciales en las que hay viviendas de gran tamaño.