El mercado regulado eléctrico es aquel que comprende una tarifa eléctrica PVPC, a través de un precio que cambia a cada hora y cada día en función de la oferta-demanda entre quienes producen energía (la compañía generadora, en este caso) y aquellos que venden la energía al consumidor (la comercializadora).
En caso de contar con un contador inteligente, esta curva de precios se aplica a tu factura. De esta forma, pagarás más si se consume en las horas más caras y pagarás menos si tu gasto tiene lugar en las horas más baratas. Esta tarifa PVPC puede ser solicitada por todos aquellos consumidores con una potencia que no supere los 10 kW, si bien estas solo pueden ofrecerlas las llamadas comercializadoras de referencia.
Respecto al mercado libre eléctrico, este abarca las tarifas de hasta 100 comercializadoras en las que el precio es fijado por la empresa. La ventaja de este mercado regulado de electricidad reside en la tranquilidad de saber cuánto vas a pagar por cada kWh que consumas.
¿Qué tienen en común el mercado regulado eléctrico y el mercado libre?
A pesar de su principal diferencia, existen dos conceptos clave tanto en el mercado regulado eléctrico como el mercado libre:
- Peajes de acceso: Son fijados por el Gobierno y permiten pagar el precio de mantenimiento de la red eléctrica y el método de transporte hasta los diferentes hogares.
- Impuestos: En concreto, el Impuesto Especial Sobre la Electricidad (5,11%) y el IVA (21%).
En este caso, el precio es la principal diferencia entre ambos mercados.