La lectura real refleja el consumo eléctrico realizado a través de un contador digital o de telegestión. Estos nuevos contadores permiten realizar una lectura telemática del contador, de forma que no es necesaria la presencia de un técnico de la distribuidora, tan recurrente en otras modalidades de lectura del contador como, por ejemplo, la lectura estimada.
Diferencia entre lectura real y lectura estimada
En este caso, la lectura real supone un paso más allá de la lectura estimada. Existen situaciones en las que la distribuidora no cuenta con acceso al contador, por lo que realiza una lectura estimada en lugar de real. La lectura estimada suele aparecer en la factura de luz y refleja el consumo en un determinado período de tiempo y basándose en el consumo habitual de usuario.
Una vez se envía el acceso al contador, la lectura real contrasta con la estimada y se produce una refacturación. Si el resultado muestra un consumo inferior, se devuelve el dinero al cliente, mientras que si es superior, el cliente deberá abonar la diferencia.