Aunque existen muchas formas de comprender la energía cinética, su principal definición consiste en un objeto en reposo cuyo coeficiente de energía cinética es equivalente a cero. De esta forma, al moverse y acelerar, el objeto aumentará su energía y, a su vez, necesitará recibir una cantidad de energía similar a la que ha permitido su movimiento inicial, si bien esta vez tendrá que ser de carácter negativa.
De esta forma, la energía cinética depende primordialmente tanto de la masa como de la velocidad del cuerpo. A su vez, la misma se mide en julios, mientras que la masa es medida en kilogramos y la velocidad en metros por segundo. El resultado es la siguiente fórmula: Ec= ½ mv²
Ejemplos de energía cinética
Para comprender mejor qué es la energía cinética basta con mencionar algunos de los ejemplos más usuales:
- Lanzar una pelota al aire: Al lanzar un balón al aire, permitimos que el mismo vuelva a caer por efecto de gravedad. El movimiento en sí se nutre de energía cinética que deberá ser compensada por el jugador que reciba el balón.
- Un vagón de montaña rusa: Al incrementar la velocidad, el carro de feria aumenta exponencialmente su propia energía cinética, siendo necesario el mismo potencial para detenerlo poco después.
- Turbina: Aplicado al mundo de las energías renovables, la energía cinética nace de la mecánica cuando un motor rotatorio manipula una corriente de agua o gas, entre otros ejemplos.