Dentro del cuerpo humano se encuentran una serie de minerales que se caracterizan por tener una carga eléctrica. Estos minerales son los electrolitos y aparecen en diferentes tejidos y líquidos del propio cuerpo como la orina o la sangre.
El electrolito cumple una serie de funciones que contribuyen al buen funcionamiento del organismo. Entre esas funciones se encuentran el equilibrar el agua en el cuerpo, también ayuda a nivelar los niveles de ácido y son muy útiles para las células porque eliminan sus desechos y transportan los nutrientes hacia ellas. Además, ayudan a mover los músculos, el corazón, los nervios y el cerebro.
Por su naturaleza, el electrolito es un componente natural que también se ha añadido a productos de consumición como las bebidas energéticas. El motivo es que sus propiedades contribuyen a que haya una buena hidratación. Además, ayudan en la recuperación muscular, y como consecuencia, mejoran el rendimiento deportivo.
Del electrolito también destaca que puede definirse como un disolvente que cuando se disuelve en el agua crea una solución que tiene capacidad para conducir la corriente. Además, en este caso se puede definir entre electrolitos fuertes y electrolitos débiles. Los primeros aparecen cuando al disolver el electrolito en el agua se liberan iones libres y los segundos surgen cuando estos iones no son liberados.