Descarbonización es el nombre que recibe el proceso con el que se busca reducir las emisiones de carbono a la atmósfera, especialmente las de dióxido de carbono. Al aplicar la descarbonización se pretende que haya un equilibrio entre las actividades económicas que se realizan a nivel global y la conservación del medioambiente evitando, entre otros aspectos, daños y alteraciones en el clima.
Aunque puede parecer que la descarbonización es un proceso que deben llevar a cabo gobiernos y grandes empresas, cualquier persona puede contribuir a la consecución de este objetivo. Para alcanzarlo tan solo hay que aplicar una serie de medidas en la vida cotidiana.
Entre estas medidas se encuentran el uso de una movilidad sostenible, reduciendo el empleo del coche y de la moto particular y optando por el transporte público o por transportes no contaminantes como la bicicleta. Otra medida es evitar el consumo excesivo de alimentos que proceden de la aplicación de la agricultura o de la ganadería intensiva.
Por otro lado, las instituciones pueden tomar medidas como la publicación de ayudas al sector de la industria para que realicen una transición energética o crear planes de rehabilitación de edificios para hacerlos más eficientes y lograr que su consumo energético no provoque grandes emisiones. Alcanzar la descarbonización es un objetivo que se alcanza con una actuación social conjunta.