La definición de contaminación lumínica indica que se trata del cambio de brillo del cielo nocturno debido a la reflexión que genera la luz artificial. Por otro lado, el término de contaminación lumínica también hace referencia a las formas de iluminación artificial que recae sobre elementos que no estarían alumbrados por una iluminación natural.
A nivel físico, el cuerpo humano está diseñado para contemplar con todo detalle el cielo cuando es iluminado de forma natural, pero la contaminación lumínica artificial dificulta su visión alterando un paisaje natural. Además, afecta considerablemente a la biodiversidad.
Cómo prevenir la contaminación lumínica
El primer elemento que ayuda a prevenir la contaminación lumínica es la apuesta por un alumbrado público que esté diseñado para ahorrar energía y que evite la emisión de gases contaminantes. Pero hay otros matices que también ayudan a reducir este tipo de contaminación.
Uno de ellos es el ajuste de la cantidad de luz necesaria para realizar las actividades sin incurrir en excesos. Otra medida se basa en enfocar la luz hacia los puntos concretos que se tienen que iluminar. También es importante apagar la luz si esta no es necesaria y usar lámparas que sean eficaces y sostenibles.