Un contador eléctrico es un dispositivo concebido para medir la energía eléctrica de un determinado circuito o servicio eléctrico. Generalmente, estos contadores se basan en una medida común como es el kilovatio, siendo un componente imprescindible en numerosas viviendas durante los últimos años.
El referente del primer contador eléctrico tuvo lugar a principios del siglo XX con motivo de la aparición del transporte eléctrico a nivel nacional.
¿Cómo funciona un contador de la luz?
El principio de funcionamiento de un contador de luz se basa en registrar la cantidad de energía eléctrica que fluye por su interior. Además, muestra ese consumo registrado en la medida de kilovatios-hora. Pero para que esto suceda, los componentes de un contador de luz tienen que funcionar de forma coordinada.
El primer elemento de este artefacto que interviene directamente en su funcionamiento es la pantalla digital de lectura, que expresa el consumo eléctrico en tiempo real. Otro es el indicador luminoso de consumo, que es una luz roja que parpadea basándose en la energía que se consume.
También sobresale un botón de bloqueo que comprueba la potencia contratada y que salta cuando esa potencia se excede. Finalmente, aparece el número de serie a través del cual ese consumo queda ligado a un contrato que es único.
Al igual que sucede con otros artefactos, los contadores de luz han ido evolucionando y los más modernos comunican el consumo de un hogar a la compañía. Posteriormente, esa compañía traslada la información a la distribuidora.
A día de hoy es posible encontrar contadores que aplican diferentes tarifas ofreciendo la opción que mejor se adapte al consumidor y exponiendo las tarifas de luz al mejor precio. Incluso se puede acceder a medidores bidireccionales que controlan la energía que se mueve en dos direcciones.
¿Para qué sirve un contador eléctrico?
La función principal de un conductor eléctrico es registrar el consumo de electricidad que tiene un hogar. Para obtener estos registros, este dispositivo está conectado a la red eléctrica del hogar y contabiliza la cantidad de electricidad que se utiliza.
Diferencia entre contadores eléctricos
El mundo de la energía eléctrica engloba estos diferentes contadores de luz:
- Analógicos: Los contadores eléctricos más tradicionales contiene un visor donde se ubica un disco con una marca roja que gira de forma proporcional a la corriente consumida. Sin embargo, también existen otros tipos como, por ejemplo, contadores que permiten la lectura con relojes que cifran el consumo a través de un número de cuatro dígitos.
- Digitales: La principal diferencia entre los contadores de luz análogicos y los digitales reside en la forma de registrar el consumo. Mientras los analógicos suman la energía consumida en un determinado período, el digital contiene un registro por cada hora. Diferencias aparte, el contador digital es aquel que permite medir el consumo en tiempo real, lo cual facilita la diferenciación entre tipos de tarifa en función de la discriminación nocturna, horas punta, etc.
- Telegestión: Si bien los contadores digitales suponen la versión más contemporánea de los contadores eléctricos, los de telegestión van un paso más allá. Este tipo de contadores funciona a partir de potencias iguales o menores a 15 kW y el objetivo es pagar solo por el alquiler del contador, además de registrar las lecturas a distancia del consumo horario pero, especialmente, potenciar un consumo inteligente al contabilizar el precio por cada hora un día antes. Esto facilita una lectura estimada y, por ende, una mayor eficiencia energética.
¿Cuánto cuesta poner un contador de la luz?
El precio medio por poner un contactor de luz en un hogar o centro de trabajo se sitúa entre los 100 € y los 200 €. Ese coste depende de dos factores, uno de ellos es el modelo de contador y otro la política de la distribuidora.
Por otro lado, en caso de que no se quiera adquirir un contador, este dispositivo se puede alquilar. En este contexto, los precios se sitúan entre los 50 céntimos y el 1,5 € al mes. Además, esa cifra se abona en cada factura.