El consumo eléctrico es aquella cantidad de energía consumida en un determinado periodo de facturación por el usuario. El consumo eléctrico guarda una relación directa con la eficiencia energética y el objetivo es reducirlo, ya que cuanto más alto sea ese consumo, menos eficiente será ese hogar o esa ubicación en la que se registra. En estos momentos también se apuesta por el uso de medidas que lleven a disminuirlo para así también obtener un ahorro en las facturas.
Otro aspecto relacionado con el consumo eléctrico es que hay diferentes factores que influyen en él. Uno de ellos es el nivel de actividad que se tiene en el hogar o en el centro de trabajo en el que está ubicada la instalación. Otro hace referencia a la cantidad de personas que habitan en ese espacio y a sus hábitos de consumo. También hay que tener en cuenta el rendimiento energético de los electrodomésticos que se usan en ese lugar.
¿Cómo se mide el consumo energético?
El consumo eléctrico se mide en kilovatios hora (kWh) y se corresponde con varios factores que influyen en la cantidad de consumo a pagar: desde las dimensiones de la propiedad hasta el número de personas que coexisten en un mismo espacio, pasando por el uso de electrodomésticos y los hábitos de consumo.
A estos aspectos, cabe añadir la zona del país en la que vivas, ya que, por ejemplo, lugares como la franja mediterránea o las islas Canarias consumen menos electricidad que el resto de zonas dadas las condiciones climáticas.
También hay elementos de medición como la calculadora de consumo eléctrico que es capaz de ofrecer una estimación del precio de consumo. Además, el único dato que hay que aportar es el Código Universal del Punto de Suministro, más conocido como CUPS.
Cómo reducir el consumo energético
Si te interesa saber cómo reducir el consumo energético y, de esta forma, pagar menos en tu factura mensual, estos son algunos de los consejos a seguir:
- Podemos ahorrar hasta un 25% en el consumo energético si bajamos o apagamos la calefacción una hora antes de irnos a dormir o bajando 3 o 4 grados cuando nos encontramos fuera de casa más de 2 horas.
- Limpiar el polvo de los radiadores permite ahorrar un 10% en la energía consumida.
- Utilizar una estufa de leña es mucho más rentable que una chimenea al uso, especialmente si utilizamos madera seca y no húmeda.
- Mantener a más de 5ºC la nevera y a + 18ºC el congelador.
- Reduce la temperatura del lavado de ropa cuando utilices la lavadora y evitar los prelavados.
- Limitar el consumo de aparatos electrónicos (apagar el ordenador, contar con una pantalla de televisor de bajo consumo, etc.)
¿Cuáles son los efectos negativos del consumo de energía?
Un consumo excesivo de energía puede tener consecuencias negativas a nivel económico y a nivel ambiental. De ahí que hoy en día particulares e instituciones busquen la sostenibilidad y apuesten por el uso de energías renovables. Estas son algunas de las consecuencias.
- Agotamiento de energías de origen fósil: todo esto se deriva en un consumo de las reservas, en la dificultad de abastecimiento y en el aumento de los niveles de dependencia.
- Aumento del efecto invernadero: un consumo excesivo provoca un incremento de la temperatura de la atmósfera que se sitúa en las proximidades de la corteza terrestre. Todo esto se produce por la dificultad para disipar la radiación.
- Emisiones excesivas de CO2: este punto está directamente relacionado con el anterior, ya que la emisión de este compuesto contribuye a la aparición del efecto invernadero. Reducir el consumo eléctrico o buscar alternativas al uso del vehículo privado son medidas que reducen este tipo de emisiones.