La combustión es un proceso químico que se caracteriza por dos aspectos. El primero de ellos es que mientras sucede tiene lugar una oxidación rápida de los elementos que forman parte de él y el segundo es que genera una energía en forma de luz y calor. Para que se produzca la combustión es necesario que haya un combustible, un agente oxidante y una fuente de calor.
¿Por qué se produce la combustión?
Para que tenga lugar la combustión tienen que confluir varios factores. En primer lugar, debe haber un material que tenga capacidad para arder y que se combine con el oxígeno, ya que este último elemento es fundamental para que se produzca la oxidación. En este proceso el oxígeno actuaría como agente oxidante.
En condiciones normales el material que tiene la capacidad de arder recibe el nombre de combustible, algunos de los más habituales son la gasolina, el biodiésel o el gas de petróleo.
Hoy en día el proceso de combustión está presente en el funcionamiento de muchos aparatos que están diseñados para desplazar a personas. El caso más destacado es el de los automóviles que necesitan que se produzca un proceso de combustión de su combustible para que puedan cumplir sus funciones.
Por otro lado, el proceso de combustión es esencial para el funcionamiento de muchos elementos que se pueden ver en los hogares. Algunos de ellos son las cocinas de gas o las de gasolina. También forma parte de determinados sistemas de calefacción. Otro aspecto importante de la combustión es que fue uno de los primeros procesos químicos que descubrió y controló el ser humano. Ese factor ha provocado que siga formando parte del día a día de los hogares y de las industrias.