La centralización de contadores es aquella acción englobada por el lugar destinado a salvaguardar los diferentes equipos de medida en cualquier instalación eléctrica. Este soporte puede ser el de un armario hasta un local.
El mismo se divide en varias composiciones repartidas en columnas que suelen albergar desde un interruptor general de maniobra hasta un sistema de protección contra sobretensiones y portafusibles para asegurar la protección de un edificio o propiedad.
¿Cuáles son los principales componentes en la centralización de contadores?
- Interruptor general de maniobra: Tal y como su nombre indica, es un interruptor situado en la parte superior de los equipos de medida. Este aliado se encarga de “desconectar” el servicio de toda la instalación en caso de que fuera necesario. Su modus operandis consiste en cortar al 100% la totalidad de la fases o, en cualquier caso, evitar variaciones y problemas en las tensiones de las corrientes que alimentan el sistema. Se instala de forma obligatoria siempre que existan más de 2 contadores en la instalación y su intensidad nominal debe ser de 160 A (amperios).
- Embarrado de entrada: Engloba la línea general de alimentación y contiene los fusibles de seguridad de todos los suministros conectados al embarrado. Al igual que otro de los componentes, debe ser aislado con protección aislante.
- Fusibles de seguridad: Comando de protección de los equipos de medida, los cuales suelen montarse sobre el embarrado de la entrada uno por uno, en función de la fase. A su vez, la forma de los fusibles es de tipo cilíndrico, generalmente.
- Conexiones: Por supuesto, cualquier centralización de contadores se nutre de las conexiones de rigor, en este caso a través de cables de cobre que permitan evitar cualquier incendio y con emisión de humos.