Una caldera de pellets es un artefacto diseñado para generar calor con el uso de los pellets que son materiales orgánicos con forma de pequeños cilindros de serrín natural. Los pellets destacan por aportar una cantidad importante de energía y se queman de un modo rápido, sencillo y sin generar olor. Estas calderas se usan para aportar agua caliente o agua potable. Además, forman parte de importantes estructuras de calefacción.
Las calderas de pellets son totalmente naturales y ecológicas. Esto se debe a que su quema produce un CO2 con un PH neutro no contaminante. Por otro lado, no tienen azufre y los pellets se obtienen con materiales reciclados y excedentes de materiales de madera.
Estas calderas también destacan por emitir un calor muy agradable. Además, los pellets son muy económicos y fáciles de conseguir. Tampoco pasa desapercibido el hecho de que este tipo de caldera es segura, a diferencia de las de gas butano o propano. Otros aspectos positivos son que apenas requieren de mantenimiento y los pellets se pueden almacenar en cualquier lugar.
¿Cómo funciona una caldera de pellets?
El funcionamiento de las calderas de pellets comienza con la acción de la propia caldera, que es la que genera un encendido y dosifica el combustible en función de la demanda que haya. Por otro lado, en estas calderas hay un depósito que tiene que estar lleno de pellets para que el combustible llegue a un cenicero ubicado al lado de la cámara de fuego.
Cuando esta caldera comienza a funcionar, una resistencia se enciende y se queman los pellets al pasar una corriente de aire por el cenicero de la caldera. También destaca el hecho de que estas calderas tienen un panel de control que permite seleccionar la temperatura, los humos y todo tipo de parámetros que están diseñados para adaptar el funcionamiento de la caldera.