El bunkering es un sistema con el que las grandes embarcaciones que cruzan los océanos pueden repostar e introducir combustible en sus depósitos, en plena travesía y cuando se encuentran en alta mar. Este sistema de repostaje se puede llevar a cabo de diferentes maneras y tiene su propia legislación.
El sistema de bunkering más conocido y empleado es el que se realiza utilizando buques cisterna que funcionan del mismo modo que una gasolinera que flota en el mar. La embarcación que quiere repostar se coloca a un lado de este buque que traspasa el combustible hacia la nave receptora por medio de un sistema de bombeo.
La ley ISO 20519 es la que recoge toda la normativa que se debe aplicar a las operaciones de bunkering. El objetivo es que este repostaje marítimo se lleve a cabo de un modo seguro y que produzca el menor daño medioambiental posible.
Desde hace cuatro años, el bunkering ha experimentado ciertos cambios por el uso del Gas Natural Licuado (GNL) que se ha demostrado que es un combustible fósil limpio y eficiente para el transporte marítimo. Este escenario llevó al Gobierno de España a tomar medidas para que el bunkering de GNL se realice en puertos españoles. El uso del Gas Natural Licuado se ha extendido por ser un combustible que apenas daña el medio ambiente y porque resulta más económico que el gasoil, que es el combustible más empleado por las embarcaciones marítimas.