La bioenergía es un tipo de energía sostenible que se obtiene a partir de la quema y del tratado de los recursos orgánicos. La biomasa, basada en la quema de madera, fue una de las primeras bioenergías que comenzaron a utilizarse. Actualmente, la biomasa se sigue tratando para que pueda ser convertida en energía para el consumo.
Hoy en día se reconocen diferentes tipos de bioenergía, la primera de ellas se obtiene con la quema de materias primas sólidas como los residuos fecales o la leña. Un ejemplo de ello es el las estufas de pellets que están presentes en muchas viviendas y oficinas. Por otro lado, se encuentran los biocombustibles líquidos que se producen tratando residuos agrícolas o forestales. Esta segunda modalidad de bioenergía se suele usar en el ámbito del transporte.
Finalmente, aparece el biogás que se compone principalmente de metano y que se obtiene a partir de la descomposición de residuos como el estiércol. Se emplea para generar energía térmica y energía eléctrica.
El uso de la bioenergía es cada vez más frecuente y entornos como el mundo rural se benefician de ello. El motivo es que la industria agropecuaria mueve y trata millones de toneladas de residuos. Se estima que una expansión de la bioenergía en países como España podría reducir considerablemente el uso y la extracción de combustibles fósiles como el petróleo.