Antes de adentrarnos en la definición de baja tensión cabe mencionar el concepto de tensión eléctrica, nombre que recibe la magnitud física que mide la diferencia del potencial eléctrico entre dos puntos o, dicho de otra manera, el voltaje mediante el que la electricidad transita de un cuerpo a otro a través de la medida conocida como voltio.
En función de este voltaje, la tensión eléctrica se divide en alta, media y, en efecto, baja tensión.
¿Qué se considera baja tensión eléctrica?
Para determinar la baja tensión eléctrica hay que valorar un parámetro numérico. Se considera que la tensión se encuentra en este estado cuando alcanza valores que superan los 50 V, pero que no sobrepasan los 1000 V. Además, estos parámetros se tienen en cuenta tanto en corriente continua como en corriente alterna.
¿Qué es un sistema eléctrico de baja tensión?
El sistema eléctrico de baja tensión está formado por paneles solares o generadores y baterías. Generalmente, la baja tensión eléctrica contribuye al ahorro energético y es mucho más segura. Además, este tipo de tensión circula a una velocidad más baja a través de los cables.
Otro aspecto importante en el sistema eléctrico de baja tensión es que debe regular los peligros que puede ocasionar. Hay que tener en cuenta que al circular a una velocidad más baja por los cables se reduce el riesgo de incendios o de accidentes similares.
Aun así, el uso de la baja tensión eléctrica puede provocar descargas o electrocución. También hay que prestar atención a los picos de tensión que se generan cuando hay una subida de la tensión a nivel nominal que repercute a nivel doméstico.
¿Qué hacer cuando hay baja tensión eléctrica?
Cuando esto sucede es necesario conocer los motivos por los que se produce esa bajada de tensión eléctrica. Sobre todo, hay que determinar si el problema se sitúa a nivel interior o exterior. Lo más adecuado para estos casos es contactar con la distribuidora para que envíe un técnico y evalúe la situación.
Generalmente, cuando el problema se genera a nivel interno, las causas pueden ser un cableado en mal estado o una sobrecarga en la red. En este caso, las soluciones se centran en confirmar que la potencia contratada sea correcta y saber qué artefactos consumen una mayor cantidad de energía. También es importante reemplazar el cableado si es necesario.
Diferentes tipos de tensiones
Para comprender aún mejor el significado de baja tensión, os desglosamos a continuación la definición de cada tipo de tensión:
- Alta tensión: La alta tensión se divide en diferentes tipos.
- Categoría Especial: Hace alusión a una corriente con tensión nominal igual o superior a 220 kV, mientras que las tensiones normalizadas son de entre 220 y 240 kV.
- Primera Categoría: engloba una tensión nominal superior a 66 kV e inferior a 220 kV.
- Segunda Categoría: es aquella con una tensión nominal superior entre 30 kV y 66 kV, y tensiones normalizadas de 45 kV y 66 kV.
- Tercera Categoría: enlaza directamente con la media tensión.
- Media tensión: Es aquella cuya tensión nominal es superior a 1 kV e igual o inferior a 36 kV.
- Baja tensión: Se considera baja tensión cuando una instalación distribuye o genera energía eléctrica para consumo propio. De esta forma, se califica como baja si es receptora de una corriente alterna de máximo 1 kV y receptora de corriente continua igual o inferior a 1.5 kV.
¿Por qué hay caída de voltaje?
La caída de voltaje es una reducción del flujo de la electricidad que circula a través de unos cables eléctricos. Se trata de una caída repentina que en ocasiones dura menos de 1 minuto. Factores como el viento, las tormentas eléctricas, los accidentes que dañan la instalación, los animales o los propios fallos internos de los equipos están detrás de esas caídas de voltaje.