Se considera autogenerador a aquella persona natural o jurídica que produce energía con el fin de atender sus propias necesidades, por ejemplo, a través de sistemas de energías renovables como los paneles solares. Los equipos de autogeneración más básicos, también conocidos como autogeneración a pequeña escala (AGPE), deben contar con una potencia instalada mayor a 1 mW, mientras que aquellos de mayor escala deben contar con 1 mW y 5 mW.
El concepto de autogeneración es a menudo comparado con la cogeneración, término que engloba a la persona natural o jurídica que produce energía eléctrica como un subproducto del proceso industrial a fin de venderlos como servicio a empresas intermediarias.
Beneficios de un autogenerador
Contar con un autogenerador permite un acceso a alternativas más económicas y respetuosas con el medio ambiente, ya que ayuda a reducir el consumo a través de una red eléctrica, genera una mayor independencia energética y permite reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, uno de los principales problemas del cambio climático.
Esta situación también se favorece de un coste mucho más bajo de las energías renovables (por mencionar un ejemplo, los paneles fotovoltaicos son hoy un 70% más baratos que hace unos años) además de poder contribuir a un abastecimiento comunitario (el llamado autoconsumo colectivo).