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Todos somos conscientes de que el futuro pasa obligatoriamente por el uso de energías limpias y renovables en todos los ámbitos que podamos imaginar, para enterrar por fin el uso de esos combustibles fósiles y demás fuentes de energía que dejan su dañina huella de carbono en nuestro planeta. De ahí que una de las más utilizadas, la que se obtiene de la fuerza del viento, se haya convertido en los últimos años en una alternativa real para nuestros hogares. Lo que señala directamente a las instalaciones minieólicas.
Del mismo modo que los paneles solares son una opción clara para conseguir un hogar autosuficiente capaz de desenchufarse de la red eléctrica y, de paso, servir su excedente a la comunidad, también la energía eólica se está abriendo paso con lo que los expertos denominan como "instalaciones minieólicas", capaces de producir una buena parte de esa energía necesaria para cubrir todas las exigencias que requiere nuestro hogar a diario. ¿Sabes cómo?
Tipos de aerogenerador minieólico
La energía eólica se caracteriza por la existencia de una serie de aerogeneradores que son los encargados de convertir en energía esa fuerza de los vientos. Seguro que has visto esas formaciones de kilómetros de aparatos de este tipo que se abren paso en algunos lugares de nuestro país, y que son una imagen muy sugerente de cómo la tecnología va venciendo poco a poco las barreras que aparecen en su desarrollo. Pues bien, esos "molinos de viento" tan característicos son los que necesitamos instalar en nuestra casa si queremos capturar esa energía creada a partir del movimiento mismo de la Tierra.
A diferencia de esos generadores con palas con decenas de metros, en nuestro caso no tendríamos que preocuparnos de contar con un espacio así, ya que existen dispositivos de muchísimo menor tamaño capaces de instalarse en los espacios más reducidos. Prácticamente cualquier vivienda (individual o comunidad de vecinos en un edificio) es capaz de poder instalar uno de esos generadores minieólicos que, en su versión para el consumo privado, ofrecen dos tipos de configuraciones distintas: los de palas horizontales y verticales. Los primeros son una versión "de bolsillo" de esos "molinos de viento" que hay en los campos, y los segundos son una variante especialmente pensada para un uso más limitado cuya forma de girar es alrededor de un eje vertical que sujeta toda una serie de pequeñas palas a su alrededor, tal y como puedes comprobar en la foto que tienes justo debajo.
En el caso de que queramos dar el paso de colocar en casa una instalación de este tipo de energía minieólica tendremos que cumplir tres requisitos importantes, como son:
- Aprobación legal de la instalación: hay que tener en cuenta posibles limitaciones municipales o autonómicas en la zona que vivimos, y confirmar que nuestra casa cumple con los requisitos necesarios de metros y distancias que hay que respetar respecto de las otras fincas.
- Puede parecer demasiado obvio, pero el siguiente requisito es contar con viento en cantidades suficientes como para que tenga sentido realizar una instalación minieólica con vistas a generar electricidad para el autoconsumo. Por regla general tiene sentido realizar una instalación de este tipo con vientos de fuerza de entre 4 y 5 m/s.
- El tercer requisito es consultar con un experto que nos indique si en nuestra casa tenemos el espacio suficiente para cumplir con las medidas que se necesitan para realizar una instalación de este tipo.
Estas instalaciones minieólicas son sistemas pequeños que proporcionan una potencia energética exclusivamente para uso doméstico que van desde los 4 hasta los 10 kW. de potencia que, en caso de que no sean suficientes, pueden combinarse con otras fuentes de energía tan limpias y renovables como la propia eólica. Estamos hablando de la que podemos obtener del sol.
Instalaciones híbridas: minieólica más fotovoltaica
Esta es una alternativa que muchos hogares se han decidido a instalar en los últimos años y que exprime al máximo la capacidad de captación de un hogar a la hora de conseguir energía para su autoconsumo, ya que permite mantener unos niveles de producción constantes en los que ambas fuentes se van complementando: unos días recibiremos más sol que viento y otros al revés, por lo que podremos cubrir los valles de unas con las otras si además contamos con dispositivos de almacenamiento para cubrir nuestras necesidades, o cederlas para el consumo de la comunidad.
La instalación de estas dos fuentes energéticas está justificada en el caso de que la minieólica sea capaz de capturar vientos a lo largo de, al menos, un 70% de los días del año. Por debajo de ese número, los expertos aconsejan invertir exclusivamente en más placas solares. Una decisión que, como siempre, tendremos que tomar de la mano de una empresa suministradora que nos guíe en este terreno.
Ventajas de la energía minieólica
Este tipo de instalaciones minieólicas ofrecen una serie de ventajas que debemos tener en cuenta en el momento en el que queremos dar el paso en la dirección de la generación de energías limpias, renovables y sostenibles en nuestro hogar:
- Genera energía de "manera distribuida" (microgeneración) reduciendo de este modo las pérdidas de transporte y distribución.
- Produce electricidad en el mismo punto de consumo (nuestra casa), y es absolutamente adaptable tanto a los recursos como a las necesidades energéticas de cada lugar.
- Permite el suministro de electricidad en aquellas zonas donde no es posible la conexión a la red eléctrica.
- Puede utilizarse en instalaciones híbridas junto con la energía fotovoltaica.
Desventajas de la energía minieólica
Por su parte, no todo son ventajas si queremos recurrir en casa a una instalación minieólica de este tipo, ya que en la mayoría de ocasiones estos inconvenientes tienen que ver con la cantidad de suministro que podemos esperar. Y es que aunque las mediciones históricas de vientos puedan indicarnos que nos encontramos en un lugar correcto, no existe una seguridad absoluta sobre la existencia constante de energía eólica. De ahí que en muchas ocasiones, estas instalaciones se utilicen de la mano de otras que pueden complementar, o soportar el mayor peso, a la hora de generar energía, como es el caso de la solar.
