Probablemente, sea uno de los mecanismos que más usamos en nuestros hogares. Algo tan habitual que la mayoría de las veces no reparamos en que están ahí, siempre presentes. Tanto es así que ni siquiera nos paramos a pensar los tipos que existen y cómo funcionan, algo que nunca está de más conocer. Así vamos a contaros más acerca de cuál es la diferencia entre un interruptor y un conmutador.
Es común entrar en una habitación, encender la luz y una vez que hemos terminado en esta salir y del mismo modo apagar la luz. Otras veces, entramos en la habitación y usamos otras llaves para apagar las bombillas, sin pararnos a pensar si estamos usando un interruptor o un conmutador, después de leer este artículo ya no será lo mismo y sabrás en cada momento, que llave hemos pulsado.
Encender y apagar las luces suele ser su principal cometido, pero cuando lo hacemos no somos conscientes si lo haces usando un interruptor o un comentador, ya que a primera vista no es fácil diferenciarlos. A continuación, trataremos de explicar las diferencias entre ambos
Aunque tienen un aspecto y funcionalidad similar, la diferencia entre un interruptor y un conmutador es evidente. Los interruptores sirven para encender y apagar la luz desde un mismo punto de una habitación, mientras que los conmutadores hacen lo mismo, pero desde diferentes puntos.
De manera que, si en una habitación de nuestra casa solo tenemos un pulsador con el que encendemos y apagamos, estamos frente a un interruptor, mientras que, si en la habitación tenemos un pulsador junto a la puerta en la entrada y otro junto a la cama, supone que en este caso estaremos usando conmutadores.
¿Cuándo se utiliza un conmutador?
Como ya hemos visto, se usan principalmente para controlar un punto de luz desde dos o más lugares distintos. Esto nos permite encender la luz desde una llave y apagarla desde otra distinta. Independientemente de la posición en la que encontremos la llave, a veces tendremos que pulsar en la parte inferior de la misma, para accionar o, todo lo contrario, pulsar en la parte superior. Algo que no sucede en el caso de los interruptores que tienen una posición de encendido y otra de apagado.
Esto es muy útil, en estancias grandes o con varios accesos. Facilitando la gestión de la iluminación sin necesidad de movernos en exceso de la habitación. O como sucede en la mayoría de los casos, para encender o apagar sin movernos de donde estamos. Un claro ejemplo como ya hemos mencionado son los dormitorios, tener un conmutador junto a la cama, permite controlar la luz, sin necesidad de levantarnos. Algo que a la vez de práctico es muy cómodo.
¿Cuándo se utiliza un interruptor?
En el caso de los interruptores, su uso suele estar relacionado con el tamaño de la estancia, así como la necesidad de controlar en todo momento la iluminación. De modo que solo se pueda encender y apagar la luz desde un único punto. Algo habitual en lugares públicos donde las llaves de la luz no suelen estar al alcance de los clientes. Así como en baños o cocinas, donde por su tamaño o proximidad, no es necesario instalar un punto más de control.
De manera que usamos la misma llave de la luz para encender y apagarla, sin que interceda otro pulsador en el proceso.
Principales diferencias entre un interruptor y un conmutador
Como ya hemos comentado, la gran diferencia entre estos es la posibilidad de gestionar el encendido y apagado de las luces desde un solo punto o desde varios. Aunque hay conmutadores dobles que permiten gestionar el encendido de dos bombillas de forma independiente desde un mismo pulsador. Pudiendo a su vez encenderse y apagarse desde otros puntos, si fuera necesario.
A la hora de instalarlos también tiene sus diferencias, mientras que los interruptores se conectan directamente a la bombilla mediante un cable. En el caso de los conmutadores, debemos colocarlos todos en línea entre el primer accionador o las bombillas, para que gestionemos de forma correcta el flujo de electricidad.
Por lo que, si estás pensando instalar un conmutador o interruptor, debes tener en cuenta su funcionamiento y hacerlo de forma segura. Lo más importante a la hora de trabajar con electricidad es bajar los plomos antes de llevar a cabo cualquier manipulación, usar las herramientas adecuadas y si no estamos familiarizados con el tema, dejarlo en manos de un profesional.