Cada vez es más habitual ver tejados de viviendas repletos de paneles solares. Estos producen millones de kilovatios, pero no todos son consumidos o son volcados a la red, cuando hay otras alternativas. Descubre cómo funcionan el sistema energético basado en una batería, de uno u otro tipo.
Por norma general la energía producida por nuestros paneles está destinada a cubrir nuestras necesidades, pero no toda la que se produce se consume es ese mismo momento, y a no ser que tengamos un sistema para almacenarla esta se verterá directamente a la red.
Estos excedentes son compensados por la compañía eléctrica, monetizando los kilovatios, con lo que nos proporciona una recompensa económica. Aunque para garantizar el máximo rendimiento de nuestra instalación, podemos hacer uso de baterías o huchas virtuales con las que almacenar y ahorrar energía.
Por un lado, el consumo de la energía producida por nuestra instalación fotovoltaica, unida a la acumulación y la venta de los excedentes, permite aspirar a que el coste de nuestra factura eléctrica sea de cero euros. Para eso debemos entender cómo funcionan las mayorías de las baterías virtuales.
¿Qué son los excedentes en una batería virtual?
Como comentábamos anteriormente, nuestra instalación fotovoltaica genera energía en función del sol que reciben, que a menudo supera lo que necesitamos en determinados momentos. A está energía se la denomina excedentaria o de excedentes. Llegados a este punto tenemos dos opciones, o bien que sean transferidos a la red eléctrica y compensados económicamente. O, dicho de otro modo, vendemos la energía que nos sobra.
Los excedentes que no hayan podido ser compensados se almacenan en una batería virtual para su posterior consumo. Aunque debemos tener en cuenta de que no se almacenan kilovatios, sino que lo que se guarda es el dinero generado de la venta de nuestra energía.
Este dinero pasa a formar parte del saldo, que el usuario puede elegir cómo utilizar a lo largo del año. De manera que puede ser destinado al pago por la energía consumida durante aquellas horas en las que su instalación no produce suficiente energía e incluso por la noche. Otra de las ventajas de este sistema es que también puede usarse para compensar el consumo de otros inmuebles como segundas residencias. Consiguiendo así rebajar el importe de las facturas e incluso llegar a ser de cero euros.
Mejor Batería Virtual: ¿Qué debo tener en cuenta?
Como todo en esta vida no hay ni mejor ni peor, todo depende de las necesidades que tengamos y cómo se ajusten las baterías a estas. Antes de lanzarnos a contratar el servicio de una batería virtual, debemos tener muy en cuenta los factores y valorar la rentabilidad de los mismos, si cumple con nuestras expectativas.
El principal objetivo de las baterías virtuales es el máximo aprovechamiento de la energía producida por nuestra instalación fotovoltaica. Por lo que lo primero que debemos tener en cuenta es si se trata de algo rentable. Antes de invertir en una batería virtual es importante conocer tanto la producción y el consumo de nuestra vivienda. En muchas compañías la contratación de la batería nos supone un gasto añadido. Este a menudo es compensado con los excedentes del mismo modo que el resto de términos de nuestra factura.
Por lo que lo primero es analizar la cantidad de excedentes que generamos y si es rentable acumularlos, porque no siempre lo es. Podemos fijarnos en tres casos prácticos, los cuales pueden orientarnos a la hora de decidirnos a hacer uso de este sistema.
Lograr un ahorro extra con una batería virtual, cuando instalamos los paneles solares lo hacemos confiando en que con estos podremos reducir hasta en un 70% la factura de la luz, con el uso de este tipo de batería, se podría llegar incluso al 100%. Estas son recomendadas a aquellos usuarios con un consumo estacional. Sobre todo para aquellos que, dependiendo de la época del año, varía el importe de sus facturas, lo que les permite no sólo ahorrar, sino también compensar. Si nuestra instalación está sobredimensionada y produce más energía de la que necesitamos. Y para los propietarios de segundas viviendas, con la energía producida por su instalación, puede dar servicio a ambas viviendas.
Por otro lado también podemos combinar las baterías virtuales con las baterías físicas. El precio de estas últimas por ahora no está al alcance de muchos bolsillos. Se trata de una inversión con una amortización a corto plazo, por lo que podemos usar un menor número de baterías, al mismo tiempo que tenemos contratada una batería virtual. De manera que podemos guardar parte de nuestra producción de energía en kilovatios en las baterías físicas y en dinero en la virtual compensando el resto de términos de la factura.
Lo que debes saber antes de invertir en una batería virtual
Lo primero y más importante, comprobar la rentabilidad de la misma, analizando nuestro consumo y condiciones particulares. Después de esto debemos tener en cuenta si almacena kilovatios o dinero. Comprobar si es posible alcanzar el coste cero de nuestras facturas y si el dinero obtenido cubre otros términos de la factura, como los términos de potencia, IVA y otros aspectos.
Otro de los aspectos a valorar es el tiempo que podemos guardar el saldo, si podemos acumularlos mes a mes, sin límite de tiempo o si tenemos que gastarlos dentro de un plazo determinado. Otra opción que permite es al final de cada año, recuperar el saldo que no hemos consumido en forma de dinero.