El avión se ha convertido en un medio de transporte imprescindible para el ser humano. Ha logrado transformar travesías que duraban meses, en simples horas. Y es que volar es algo que la humanidad siempre ha ansiado con conseguir. Leonardo DaVinci soñó con lo que podríamos llamar el primer prototipo de helicóptero, aunque se ha demostrado que no hubiese llegado muy lejos. Pero, no todo podía ser bueno, ya que estos emiten gran cantidad de gases a la atmósfera. Te contamos cuánto contamina un avión, a continuación.
¿Contaminan los diferentes tipos de aviones?
De todos es sabido que los aviones es el método de transporte más rápido del planeta, pero también que este emite gases perjudiciales para la atmósfera. Estos gigantes alados, arrojan gases de efecto invernadero, que incluyen algunos como el dióxido de de carbono y el óxido nitroso. El primero se trata de un producto que emerge a partir de la quema de combustible, y el segundo, por la producción y el uso de combustibles a base de nitrógeno.
Pero nos preguntamos: ¿depende la contaminación del tipo de avión que se utilice? Lamentablemente, sí. Volar tiene un alto coste para el medio ambiente. En España, la emisión de estos gases a la atmósfera de este transporte supone un 2,5% del total, pero existen países como Estados Unidos o China que llegan a un 24,4% y 12,7% respectivamente.
Una de las cosas a tener en cuenta es el fuselaje de la nave, ya que dependiendo de este, se considera más o menos contaminante. Por ejemplo, un avión de fuselaje estrecho o de un solo pasillo, contaminará más que otro de fuselaje ancho o doble pasillo. La explicación se basa en que las emisiones se calculan en base al ratio pasajero-combustible. En una nave grande, donde la capacidad de pasajeros es mayor, la cantidad de combustible por pasajero es mucho menor que en una nave más pequeña, con menos pasajeros.
Otro factor importante es la antigüedad. Los nuevos modelos se fabrican con motores mucho más eficientes y sus diseños están hechos para ser mucho más limpios. Pesan menos, existe menos espacio de primera clase, y los asientos son mucho más ligeros. Otros ajustes son, por ejemplo, los orientados a reducir la resistencia aerodinámica, por lo que les hará consumir mucho menos combustible.
En los últimos años, se ha conseguido reducir en un 45% el consumo de combustible. Además, comienzan a surgir vuelos propulsados por biocombustible limpios y renovables con el objetivo de reducir un 80% la huella de carbono de combustible.
¿Un avión contamina más en el despegue?
Como veremos más adelante, y haciendo un pequeño spoiler, viajar en avión es mucho mejor para el medioambiente que un viaje largo en automóvil. Al fin y al cabo, un avión despegará tanto si va lleno como si no, por lo que, eligiendo volar ayudamos a descongestionar el tráfico y mejorar las rutas de transporte.
Si comparamos un viaje largo en coche y otro en avión, este último provocará una huella de carbono menor que si elegimos el automóvil, sobre todo, cuanto más larga sea la distancia. Esto es debido a que, sí, los aviones contaminan mucho más durante el despegue y el aterrizaje, por lo que, realizando rutas de larga distancia, se puede apaliar los efectos de los gases emitidos.
¿Contamina más un coche que un avión?
Existe una creencia equivocada que nos lleva a pensar que un avión, al ser más grande que un coche, es mucho más contaminante. Pero esto no es del todo así. Como hemos comentado antes, los aviones utilizan más combustible en relación a un automóvil común, pero estos transportan a muchas más personas. Si nos basamos en las emisiones por pasajero, el resultado no es mucho más diferente al de un viaje por carretera.
Se calcula que una sola persona conduciendo un coche de gasolina, equivale a un avión volando a un 80% de su capacidad. La diferencia es que, mientras que el avión va casi lleno de pasajeros, la misma cantidad de personas equivaldría a 80 coches emitiendo cada uno los mismos gases que ese mismo avión.