Cuando hablamos de energía limpia, automáticamente pensamos en fuentes de energía renovable como la solar o la eólica, y aunque no estaríamos equivocados del todo, no son las únicas en su especie. Podemos considerar como "limpia" aquella que es renovable, en definitiva que no contamine ni emita gases a la atmósfera. Pero aún así, hay abierto un debate en el que ciertos expertos consideran a la energía nuclear, al gas natural e, incluso, al gas de combustión, energías limpias. Puede ser bastante confuso, pero no te preocupes, a continuación te contamos cuál es la energía más limpia y sus beneficios.
Las eólica y solar, las reinas de la energía limpia
Este tipo de energías modernas son lo que denominamos renovables, son inagotables, y están disponibles de manera ilimitada. Provienen principalmente de fuentes como el sol y el viento, lo que las hace prácticamente infinitas. Además, cada vez están cobrando más importancia y esperemos que un futuro tengan un papel determinante en nuestras vidas.
Energía eólica
Se obtiene a través de la energía cinética que produce el viento, con corrientes de aire que hacen girar los aerogeneradores. Es considerada renovable e inagotable pero, a pesar de todo, intermitente, ya que esta depende en gran manera de la fuerza del viento. Esta ha sido la segunda fuente de energía más importante del país en el año 2020, llegando a generar un total de 27.446 MW de potencia acumulada.
Energía solar
Se obtiene de la radiación electromagnética del sol. Es renovable, ya que se obtiene de una fuente inagotable, pero, al igual que la eólica, es intermitente. Existen dos tipos: fotovoltaica, cuando se crea a través de instalaciones fotovoltaicas o térmica, generada mediante el calor acumulado en colectores térmicos. Actualmente en nuestro país se encuentra en vías de desarrollo, y cada vez son más las urbanizaciones y nuevas construcciones que incluyen esta fuente como modo de abastecimiento complementario.
La energía nuclear, ¿renovable y segura?
Aunque por muchos años se nos ha hecho creer que la energía nuclear es algo sucio y peligroso, lo cierto es que, en la actualidad, es mucho más segura que los combustibles fósiles. Por culpa de episodios tan conocidos y trágicos como Chérnobil o Fukushima, se nos ha llevado a creer que un futuro con energía nuclear es un futuro catastrófico.
Pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un recurso que, en comparación a la energía que genera, deja una huella mínima en el medio ambiente. Hoy en día, un 19% de la electricidad que utilizan los hogares estadounidenses proviene de reactores nucleares, que además apenas emiten contaminantes al aire.
La revista The Lancet publicó en el año 2007 un estudio en el que se comparaba la tasa de mortalidad de los combustibles fósiles, la energía nuclear y la hidroeléctrica. En este estudio se incluyeron posibles accidentes como el de Chérnobil, accidentes en minas o en centrales eléctricas, así como las muertes causadas por contaminación atmosférica de estos elementos. A raíz de este estudio se pudo observar que la energía nuclear provocó una mortalidad un 99,7% menor que la del carbón, un 99,6% menos que el petróleo y un 97,5% menos que el gas. Por lo tanto, la nuclear, podría ser la fuente de energía limpia que tan desesperadamente necesita la Tierra.
En definitiva, el cambio hacia un mundo abastecido por energías renovables no sólo ayudará al planeta, sino que también ayudará a nuestro bolsillo. Una forma sencilla de reducir el consumo de combustibles fósiles es cambiar a proveedores que proporcionen este tipo de energía limpia. Existen tarifas ecológicas y reducidas para aquellos que están decididos a reducir su huella de carbono.