Consejos para aumentar la autonomía de tu coche eléctrico

Blog Pepeenergy

El coche eléctrico es una realidad, aunque su presencia en las carreteras aún es algo inferior a la esperada, cada vez son más los usuarios que optan por el uso de la energía verde para transportarse. Para mejorar la autonomía de nuestro vehículo podemos aplicar algunos de estos consejos.

Mejorando la Autonomía de Coches Eléctricos: Consejos prácticos

Uno de los aspectos por los que aún muchos dudan del uso de estos vehículos es su autonomía. Las baterías de estos, por el momento, no son capaces de equiparar el número de kilómetros que recorremos con otros vehículos movidos por carburante. Por lo que tenemos que pararnos a recargarlas, con la pérdida de tiempo que esto supone. Pero existen algunos trucos con los que podemos mejorar la autonomía, a continuación te damos algunos consejos prácticos para aumentarla.

Capacidad de la batería

Por supuesto el mayor condicionante a la hora de usar un eléctrico es la capacidad de partida de la batería. Dependiendo de la marca y modelo de nuestro coche tendremos autonomía para recorrer entre 200 y 600 kilómetros, en el mejor de los casos. Por lo que es importante conocer la capacidad de nuestro vehículo ya que la mayoría de ellos disponen de baterías de entre 30 y 50 kWh con los que obtendremos una autonomía media de unos 250 kilómetros. Es importante conocer los límites y a partir de ahí intentar sacar el máximo partido aplicando estos sencillos consejos.

Vehículo Tesla conectado a un cargador.
Vehículo Tesla conectado a un cargador | Unsplash

Velocidad de circulación y estilo de conducción

No es lo mismo circular a 50 km/h por una ciudad que hacerlo a 120 km/h por una autopista, al igual que sucede en los vehículos convencionales la velocidad influye directamente en la autonomía. En este caso, a mayor velocidad, mayor consumo, por lo que mantener una velocidad adecuada en cada momento nos proporcionará energía extra para recorrer un mayor número de kilómetros.

La forma en la que conducimos influye directamente en el gasto, esto no es solo aplicable a los coches eléctricos, sino también a los de combustión. Conducir de forma suave sin tirones ni acelerones contribuye a mejorar su rendimiento. Por lo que una conducción tranquila con una aceleración progresiva hará que se consuma menos energía y por tanto recorrer distancias mayores.

Otra forma de mantener un consumo controlado de energía es manteniendo una velocidad constante. Esto sobre todo es aplicable cuando circulamos por autopistas en las que es más sencillo poder mantener una velocidad más alta que en ciudad, donde nos vemos obligados a adaptar la velocidad, así como parar y arrancar en función del tráfico. Mantener una aceleración constante hace que el motor no tenga que esforzarse en mantener la velocidad y que consumamos menos energía.

Mantener la distancia de seguridad, además de evitarnos problemas y circular de forma más segura, proporciona un ahorro considerable de energía. De este modo evitamos tocar el freno y permite mantener una velocidad constante. Algo que nos ayuda además a la hora de los adelantamientos, en los que es necesario realizar ajustes en la velocidad, esto nos permite hacerlo con antelación, lo que nos ayuda a ser mucho más eficientes.

Utilizar los sistemas de frenada regenerativa contribuye en gran medida a mejorar la eficiencia de nuestros vehículos. Estos nos proporcionan la posibilidad de recuperar parte de la energía perdida cuando tocamos el freno. Por ello es muy importante aprender a frenar y a usar el freno regenerativo. Esto permite por un lado un menor desgaste de los sistemas de frenado y por otro lado un aumento de la autonomía de nuestro vehículo.

En los coches eléctricos los sistemas auxiliares consumen gran parte de la energía. Por lo que hacer un buen uso de los sistemas de climatización y ajustar la temperatura del habitáculo durante la carga nos ahorrará gran parte de la energía necesaria. De este modo solo usaremos la energía que haga falta para mantener la temperatura, con lo que notaremos considerablemente el ahorro.

Número de pasajeros y peso

Al igual que ocurre en los vehículos tradicionales, el peso que llevemos, como el estado de los neumáticos influye considerablemente en el gasto de combustible, es este caso de las baterías. Por lo que debemos evitar en la medida de lo posible viajar con exceso de peso. Y sobre todo revisar el estado de los neumáticos, tanto que estén en perfectas condiciones como la presión de los mismos.

Clima y estación del año

Además de los aspectos anteriores, debemos tener muy en cuenta la estación del año, ya que la temperatura afecta mucho a la capacidad de las baterías. El frío reduce considerablemente la autonomía de nuestras baterías, dificultando la transmisión de energía y aumentando el ratio de carga. Así como una descarga más rápida. De modo que en latitudes en las que las temperaturas con más frías el rendimiento de inferior si lo comparamos con climas mucho más cálidos. Por lo que es algo a tener en cuenta si vamos a planificar una ruta con temperaturas muy bajas, algo básico para no quedarnos tirados.

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