¿Cómo se combinan las energías renovables con la agricultura?

El cambio climático y la amenaza de la desertificación ha llevado en los últimos años a que la producción agrícola haya tenido que transformarse para continuar con su actividad de una manera sostenible y respetuosa con el medioambiente. Una batalla contra los elementos que ha encontrado en la energía fotovoltaica un aliado para mantener los niveles de aprovechamiento de la tierra en un entorno cambiante como el actual. De ese encuentro entre los dos mundos nace lo que muchos denominan como proyectos "agrovoltaicos", que han llegado para quedarse y mejorar un poco más nuestras vidas. ¿Sabes cómo se combinan las energías renovables con la agricultura?

¿Qué es la agricultura fotovoltaica?

Esa necesidad de combatir las amenazas que llegan con el cambio climático, como es la sequía o la falta de recursos y la desertificación, ha obligado a muchos agricultores a tener que mirar hacia el futuro de la mano de las energías renovables y limpias. Más concretamente, hacia la fotovoltaica, con la idea de incrementar sustancialmente los niveles de producción de sus plantaciones a través del aprovechamiento de estas nuevas técnicas.

Estos proyectos "agrovoltaicos" no solo son muy interesantes desde el punto de vista del aumento de una producción que a la vez es capaz de generar energías limpias, si no que tienen la virtud de no impactar en el medio ambiente ni dejar una huella de carbono permanente en la atmósfera, ya que son capaces de integrar la energía que nos llega del sol con la agricultura para el aprovechamiento de la sombra que proporcionan los paneles solares, y que facilita el cultivo de algunos productos como son la lechuga, las patatas, frutas, etc.

¿Qué beneficios tienen los proyectos "agrovoltaicos"?

Como os decimos, la instalación de estos paneles solares proporcionan una mayor cantidad de espacios que mejoran sustancialmente el rendimiento de los cultivos que, anteriormente, no disponían de protección alguna cuando se llevaban a cabo a la intemperie. Esa obtención de energía limpia facilita que, además de ofrecer unas mejores condiciones para determinados productos, estos puedan cultivarse en zonas semidesérticas donde apenas hay fauna o vegetación, por lo que la cantidad de tierras disponibles aumenta y es posible incrementar su rendimiento.

Esta puesta en marcha de proyectos "agrovoltaicos" fomenta un uso eficiente del suelo, lo que se traduce en un mejor aprovechamiento de tierras que anteriormente no se utilizaban y que captan, de forma periódica, un suministro de energía limpia, renovable e ilimitada. Eso provoca que muchas de las actividades vinculadas al mundo del campo dejen de depender de combustibles fósiles o el carbón, lo que reduce sustancialmente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Es curioso cómo en los últimos años, con el avance de las zonas desérticas en muchos rincones del planeta, se ha encontrado en el uso de la tecnología el mejor antídoto para mantener los niveles de producción de alimentos a pesar de las condiciones adversas. Nuevos métodos que están calando entre los agricultores y que vuelven a convertir en prolíficas grandes extensiones que se creían completamente perdidas. Tanto es así, que desde la prestigiosa revista Nature llegaron a afirmar, tras algunas investigaciones, que es la energía solar fotovoltaica la que mayor potencial ofrece si se tienen en cuenta condiciones tan importantes como son la luz solar, la temperatura del aire y la humedad relativa que proporciona.

En esa misma investigación, descubrieron que los sistemas "agrovoltaicos" afectan directamente al crecimiento y reproducción de las plantas, que se mantienen a temperaturas más constantes ya que los paneles solares bajo los que se cultivan son capaces de reducir el calor durante el día y evitar un descenso drástico por las noches.

El invernadero fotovoltaico como ejemplo

Un ejemplo de estas nuevas tecnologías que están llegando al campo es el invernadero fotovoltaico, una instalación que replica el concepto y estructura de siempre pero al que se aplica todo un sistema de paneles solares que van instalados en el techo. De forma general, estos proyectos van destinados al cultivo de plantas gracias al aislamiento que proporcionan los materiales con los que están construidos, mientras se las protege del ambiente exterior, las enfermedades y la luz. Como consecuencia, se obtienen producciones de mucha mayor calidad y la ventaja de que ciertos productos puedan seguir cultivándose a pesar de estar fuera de temporada.

Ahora bien, la gran virtud de estos invernaderos fotovoltaicos es que aunque consumen más energía para crear sus microclimas internos característicos, se compensa con la generación de electricidad gracias a los paneles solares, lo que significa que el sistema mejorará la tasa global de utilización de la energía solar en el invernadero.