Aunque hemos hablado en innumerables ocasiones de que es la aerotermia, no está de más hacer un breve resumen de cómo funciona con los radiadores. Se trata de un sistema de climatización que, a través de un ciclo termodinámico, recoge la energía del aire y la transforma en energía calórica con la que obtenemos agua caliente sanitaria y calefacción.
Existen varios tipos de aerotermia y uno de ellos es a través de radiadores, a continuación, te contamos todo lo que tienes que tener en cuenta si estás pensando en usar este tipo de climatización en tu hogar.
¿Se puede tener aerotermia con radiadores convencionales?
Todos entendemos como radiadores convencionales a aquellos que encontramos en las paredes de muchos hogares. Estos forman parte de un circuito de calefacción interconectados entre ellos y a su vez a una caldera. De manera que la caldera calienta el agua y esta circula llenando estos, proporcionando calor y confort.
Estas calderas utilizan gas o gasoil como combustible para calentar el agua, en el caso de la aerotermia con radiadores, esta caldera es sustituida por una bomba de calor eléctrica, que extrae la energía del aire exterior, convirtiéndola en energía para calentar el agua que circula por los radiadores.
Aunque debemos tener en cuenta de que no todos los radiadores son aptos para este tipo de sistema. Solo podremos usar radiadores de baja temperatura. Estos funcionan con temperaturas inferiores a cincuenta grados, lo que permite que el sistema de aerotermia sea mucho más eficiente.
¿Cuáles son las ventajas de la aerotermia con radiadores?
Si ya disponemos de un sistema de calefacción basado en la circulación de agua caliente, pasarnos a un sistema de climatización más eficiente como la aerotermia tiene una serie de ventajas.
Una de las ventajas es su fácil instalación, al disponer ya de un sistema de cañería por el que circulará el agua. Por lo que no tendremos que realizar obras de acondicionamiento. Aunque puede que necesitemos cambiar el tipo de radiadores.
Al utilizar la energía del aire podemos considerar este sistema mucho más sostenible y limpio. Así evitamos en uso de combustibles fósiles o gas. Además, no genera ni humo ni emisiones de CO2 al ambiente.
Aunque la inversión inicial puede ser superior al de otros sistemas de calefacción, la inversión se recupera rápidamente gracias al ahorro en los costes por calefacción. En comparación con un sistema tradicional, el ahorro puede llegar hasta el 50% de la factura.
A lo que debemos unir además el bajo coste de mantenimiento, desde su instalación el sistema no necesita un mantenimiento ni sistema de revisiones, como es el caso de las calderas de gas. Estas están obligadas por ley a someterse a inspecciones periódicas cuyo coste debemos asumir. Por otro lado, los radiadores solo necesitan ser purgados al comienzo de la temporada y comprobar que no sufran pérdidas
Nos ofrece un mayor rendimiento y el máximo confort en cualquier estación ya que en verano también permite enfriar el ambiente. Por último, estos sistemas, permiten de una forma sencilla el control remoto a través de internet.
¿Cuánto cuesta la aerotermia con radiadores?
Debemos recordar que la inversión a la hora de implementar este sistema de calefacción es superior a los sistemas convencionales. El coste medio por instalación ronda los 11000 euros. Aunque debemos tener en cuenta el tamaño de la vivienda y las características de la misma.
Aunque es cierto que tener una instalación previa reduce el gasto, debemos contar con la sustitución de los radiadores actuales por unos de baja temperatura. Mientras que el coste medio de un radiador común es de unos 290 euros, en el caso de los radiadores de aerotermia su precio se eleva hasta los 450 euros.
A favor de la instalación de este sistema, tenemos la pronta recuperación de la inversión a medio plazo. No solo nos libramos del contrato del gas, sino que reducimos el gasto del suministro ya que el gas es más caro que la electricidad.
Algo a tener en cuenta a la hora de decantarse por la instalación de este sistema, son los incentivos por parte de la Unión Europea concediendo ayudas para la instalación de sistemas más eficientes y limpios. Aunque estas tarden bastante tiempo en llegar.