Es evidente que la lucha contra la contaminación y por preservar el medioambiente lejos de la huella de carbono de los combustibles fósiles ha llegado a todos los órdenes de la vida. No se trata ya de una aspiración política, vacía y solo alimentada por bonitos eslóganes sino que ha sido capaz de alcanzarnos en nuestro día a día, con pequeñas decisiones personales que pueden equilibrar la balanza en favor de un futuro verde lleno de energías limpias, sostenibles y renovables. Y en ese punto, las llamadas "casas autosuficientes" tienen mucho que decir. ¿Qué es lo que necesitas saber?
Y es que si nos paramos a analizar actualmente cómo de eficiente energéticamente es nuestra casa, vamos a encontrar muchos defectos que hacen imposible considerarla como un lugar donde la salud del planeta pueda verse representada: seguimos manteniendo nuestra dependencia para calentarla de energías que tienen su origen en combustibles fósiles, no son completamente estancas y, por lo tanto, están mal aisladas y malgastan energía que se pierde y, por supuesto, no aprovechan las posibilidades que nos ofrece la Tierra a la hora de calentarla en invierno o enfriarla en verano.
Qué es una "casa autosuficiente"
Simplificando mucho, podemos afirmar que una "casa autosuficiente" es aquella que es capaz de abastecerse por sí misma de todas sus necesidades energéticas de tal forma que todo lo que consigue producir lo termina gastando sin necesitar del abastecimiento a través de servicios externos. De esta forma, nuestro hogar es capaz de aprovechar los aportes que le ofrece la Naturaleza de manera gratuita de fuentes renovables como son la lluvia, el viento, el sol o la propia Tierra.
Esa autosuficiencia afecta de lleno a su capacidad para calentarse en invierno, refrigerarse en verano, mantener la provisión de agua (fría o caliente) durante todo el año y, por supuesto, a ser capaz de generar la electricidad necesaria para el normal funcionamiento de nuestra casa: electrodomésticos, tecnología, iluminación, sistemas de automatización y domótica, etc. De ahí que este concepto de vivienda esté destinado a usuarios que nunca van a necesitar conectarse a la red eléctrica ya que ellos mismos serán capaces de consumir todo lo que producen de forma automática.
Como podéis suponer, nos encontramos ante un ideal que reimagina por completo el concepto que tenemos actualmente de lo que es una vivienda, ya que no solo debe diseñarse con unas directrices y materiales muy concretos sino que, previamente, los constructores deben llevar a cabo un escrupuloso estudio de cuáles son las oportunidades que tiene nuestro entorno para garantizarnos ese flujo constante de recursos naturales.
Cómo construir una "casa autosuficiente"
Obviamente, pasar de la teoría a la práctica siempre es complicado pero como os decíamos anteriormente, la clave de una "casa autosuficiente" está en la planificación y estudio del entorno en el que se va a construir. No se trata simplemente de tener espacio para levantar los cimientos y comenzar a poner ladrillos, sino que se deben tener en cuenta toda una serie de variables fundamentales. Por ejemplo, no solo cómo obtendremos la autosuficiencia hídrica a través de sistemas de captación, sino también cómo gestionar la residual y contaminada que vamos a expulsar a la Naturaleza.
Igualmente, el estudio debe contemplar las posibles fuentes de energía limpia y renovable de la casa que pasan por utilizar la fuerza del viento o el poder del sol. En ambos casos, es necesario conocer las necesidades energéticas que tendrá la casa para instalar sistemas capaces de generar toda esa potencia y, en caso de que se produzca un excedente, disponer de un acumulador que lo guarde para consumirlo más adelante.
Uno de los aspectos más importantes de estas "casas autosuficientes" es el de su capacidad par mantener la temperatura de una forma constante y segura, sin fugas ni pérdidas provocadas por un mal aislamiento. Para este terreno, los constructores deben tener en cuenta la orientación de la casa, las horas de sol al año y el histórico de temperaturas y adversidades meteorológicas a las que nos podemos enfrentar, de tal forma que siempre tengamos herramientas para combatir los problemas sin recurrir a fuentes de energía externas. La temperatura de la Tierra (geotermia), por eso, es una gran aliada que sirve tanto para mantener el calor en invierno como para refrigerar en verano utilizando la misma instalación.
Hay que tener en cuenta que una vivienda correctamente aislada es capaz de conseguir un ahorro cercano al 90% en el caso de estas "casas autosuficientes" que, en la mayoría de los casos, son capaces de eliminar casi por completo los llamados "puentes térmicos". Estructuras que todos tenemos en nuestras viviendas y por las que se pierde multitud de calor en invierno y frío en verano, y que deben construirse con el mayor escrúpulo posible y con los materiales idóneos: es el caso de los marcos de las ventanas, los suelos, las persianas y las uniones de los muros.
Cuánto cuesta una casa autosuficiente
En este punto las cifras son muy diversas dependiendo del grado de autosuficiencia que deseemos para nuestro hogar, o calidad de los materiales, así como el tipo de construcción que requiramos ya que las empresas especializadas que ofrecen estos diseños en España trabajan con diferentes tipos. Lo primero, desde luego, es tener un terreno sobre el que construir para que los especialistas de estas firmas puedan analizar el potencial que tiene a la hora de construir allí una "casa autosuficiente": energías limpias y renovables disponibles, mejor orientación, etc.
En caso de tener viabilidad la construcción de un tipo de vivienda así, toca escoger el tipo de construcción, que suele ofrecerse de varios tipos y calidades: desde la "simplemente" ecológica por unos 1.000-1.100 euros el metro cuadrado, a la bioclimática estándar, con bóvedas o semienterrada con techo verde que suben un pelín hasta los 1.200-1.400 euros; o las de más alta calidad, que ya rozan los 2.500-2.800 euros el metro cuadrado aunque, como en todo, podemos encontrarlas todavía más caras.
