Combatir el frío es uno de nuestros principales retos todos los inviernos. La temperatura desciende considerablemente y es el momento de encender la calefacción para mantenernos a una temperatura aceptable y sostenible. Esto es algo que sucede en todos y cada uno de los hogares cada año. Por eso vamos a ver que sistema es mejor elegir, si el gas natural o la aerotermia.
Lo que cambia es el método que usamos para hacerlo. Son varias las alternativas que tenemos a la hora de calentar nuestro hogar, desde bombas de calor, radiadores eléctricos, suelo radiante, caldera de gas natural o aerotermia.
En esta ocasión nos centraremos en desgranar todos los aspectos de las dos últimas, la aerotermia frente a las calderas de gas. Dos sistemas diametralmente distintos, aunque su finalidad es la misma, para que no pasemos frio en invierno. A continuación, hacemos un repaso a ambos sistemas.
Aerotermia o Gas Natural: comparativa de sistemas de calefacción
Las comparaciones dicen que son odiosas, pero en ocasiones nos vemos obligados a hacerlas y este es el momento de comparar dos de los sistemas de calefacción a los que podemos tener acceso, y que son los más populares en la actualidad. Antes de entrar en materia lo primero es ponernos en situación y definir ambos sistemas, ya que se tratan de dos conceptos muy distintos.
Por un lado, tenemos las calderas de gas natural, estas son muy populares y uno de los métodos que frecuentemente nos encontramos en nuestros hogares. Hemos visto cómo la red de Gas Natural se ha extendido por las calles de nuestros municipios dando servicios a los ciudadanos.
El gas que nos llega por las tuberías es consumido en el interior de la caldera por un quemador. Esto hace que el agua del interior de la caldera se transforme en vapor de agua y recorra el circuito llenando los radiadores.
En el lado opuesto tenemos la aerotermia, un sistema que aprovecha la energía que se almacena en forma de calor en el aire exterior para calentar nuestra casa. Dispone de una unidad exterior que es la encargada de absorber la energía del aire. De ahí pasa a un circuito con refrigerante donde cambia la temperatura. Esto lo hace pasando por varios procesos y estados desde el gaseoso, al líquido y al térmico. Y esta vez se reparte a través del suelo radiante o radiadores.
A grandes rasgos los sistemas de aerotermia son mucho más caros de instalar que las calderas de gas convencionales. Aunque tiene a su favor otros muchos factores, que podrían hacer que nos decantemos por este sistema. Uno de ellos es la seguridad, los escapes de gas y las explosiones, son algunos de los riesgos a los que nos debemos enfrentar cuando tenemos una caldera de gas. Así como la obligación de realizar controles y revisiones periódicas, las cuales suponen un gasto adicional.
El mantenimiento es vital para cualquier sistema por el que nos decantemos, de este dependerá su buen funcionamiento y el consiguiente ahorro de recursos. Un aspecto en el que ambos sistemas entran en empate técnico.
Son muchos los aspectos en los que podemos comparar ambos sistemas. Desde el precio de instalación, vida útil, sostenibilidad, seguridad o mantenimiento, pero sobre todo uno de los aspectos que más debemos tener en cuenta es la eficacia.
Eficiencia Energética: aerotermia frente a gas natural
Definir qué es la eficiencia es muy importante a la hora de entender en términos reales de lo que estamos hablando. En este caso la eficiencia es la capacidad de generar calor a partir de una fuente de energía. Y no solo eso, conseguir un alto rendimiento con el menor gasto. Aquí también entran en juego las pérdidas energéticas, las que se producen en los procesos de transformación. O por decirlo de otro modo, la relación entre la energía producida y consumida.
En el caso de la aerotermia, se trata de una tecnología que puede considerarse como altamente eficiente. Lo que influye directamente en los consumos[JS1] y ahorros en nuestra factura. En algunos casos la eficiencia de este sistema puede ser de hasta el 400%. Si tenemos en consideración que por cada Vatio de electricidad consumida podemos generar 4 KW de energía calorífica.
Por parte de las calderas de gas natural, su funcionamiento es a partir de la quema de combustible, en este caso el gas. Lo que genera un residuo. En términos de eficiencia los resultados dependen mucho del tipo de caldera que tengamos. Las calderas más eficientes son las de condensación las cuales son capaces de transformar cada Vatio en 1,09 kw de energía calorífica. Con lo que alcanza apenas un 110% de eficiencia. En el caso del resto de calderas la eficiencia ronda del 90%.
Ventajas y desventajas: un vistazo a la caldera de gas y la aerotermia
Cada sistema es distinto y nos ofrece una serie de ventajas, además de tener sus propios inconvenientes. Las calderas de gas son mucho más asequibles y disponemos de una amplia variedad de modelos. Otro de los puntos a favor de esta es el ahorro de tiempo y espacio ya que no hace falta mucho para colocarlas. Además, el calor de los radiadores dura bastante tiempo aun después de haberlo apagado. En su contra está el aspecto contaminante y el precio cambiante del mercado del gas.
La Aerotermia es uno de los sistemas más eficientes como hemos podido ver. Al bajo mantenimiento tenemos que unir la gratuidad de la energía que utiliza, pues son algunos de los aspectos positivos. Mientras en el gran tamaño de su instalación, el alto coste de esta y su amortización son algunos de los aspectos en contra.
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